Queda en libertad el acusado de atropellar a un policía

El joven, con varias causas pendientes, se acoge a su derecho a no declarar

19 may 2018 / 10:47 H.

Mario T. G. salió del Juzgado de Instrucción número 3 de Jaén al filo de las dos de la tarde de ayer. Lo primero que hizo nada más pisar la calle como un hombre libre fue darle la mano a su abogado en gesto de agradecimiento: “No vuelvo a coger más un coche”, le dijo al letrado, con cierta sorna. Después, se metió las manos en los bolsillos y se fue solo. El joven jiennense, de 22 años, fue detenido el miércoles por la tarde después de varias jornadas de intensa búsqueda por parte de la Policía Nacional.

Se había convertido en el gran objetivo de la Comisaría después de que, presuntamente, atropellara a un agente. El funcionario le dio el alto a primera hora de la mañana del pasado domingo porque estaba haciendo “piruetas” con su coche a las puertas de una conocida discoteca de la capital. En lugar de detenerse ante la orden, Mario T. G. apretó el acelerador a fondo, tal y como se recoge en el atestado, y se llevó por delante al funcionario, que sufrió lesiones en una rodilla. Después, se dio a la fuga y se esfumó. Desde el primer momento, estaba perfectamente identificado.

Se da la circunstancia de que el joven había quedado en libertad unas horas antes de estos hechos, después de ser arrestado por su supuesta pertenencia a una banda de ladrones, a la que se le imputan dos atracos a mano armada en una gasolinera y en un salón de juegos. El sábado por la mañana, el juez de guardia dejó a Mario T. G. y a los otros cinco arrestados en libertad con cargos por estos hechos.

No tardó mucho tiempo en volver a estar metido en líos y verse involucrado en el presunto atropello del agente. Cuando los policías fueron a buscarlo a su domicilio por estos hechos, ya no estaba. Se lo había tragado la tierra. A primera hora del lunes, fueron a buscarlo a casa de unos familiares, donde pasó la noche. Mario T. G. se percató de que venían a por él y saltó por el balcón del edificio, situado en un segundo piso, hasta la calle. Huyó a la carrera en calzoncillos, tal y como explican fuentes de la Comisaría.

La Comisaría intensificó el dispositivo para dar con él. “Es cuestión de tiempo que caiga”, aseguraba uno de los policías que participaba en la búsqueda. El miércoles por la tarde, los agentes lo localizaron y lo detuvieron. Estaba oculto en una casa desocupada, ubicada en el angosto barrio de Antonio Díaz. También intentó huir, aunque esta vez no le fue posible.

Mario T. G. ha pasado dos noches en los calabozos. Ayer fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Jaén, en funciones de guardia durante esta semana. El magistrado Miguel Sánchez-Gasca lo interrogó por el asunto del supuesto atropello y, también, por otras dos causas anteriores que tenía pendiente en ese juzgado: Robo con fuerza, lesiones, conducción temeraria, robo con violencia y robo con fuerza son los delitos que se le imputan. En los tres procedimientos se acogió a su derecho a no declarar: “No voy a responder”, le contestó a su señoría. El juez decidió dejarlo en libertad con cargos, a la espera de que se practiquen nuevas diligencias.

Mario T. G. cuenta con once antecedentes policiales y tenía pendientes varias órdenes de búsqueda y captura. Ya está de nuevo en la calle como un hombre libre.