Por las “heroínas” de los hogares

Jornada de confraternización. Son las responsables de que a aquellos jiennenses que trabajaron la provincia con sus manos en antaño y ahora les toca disfrutar del ocaso de sus vidas, no les falte de nada. Los casi dos mil trabajadores, en su mayoría mujeres, que forman parte del colectivo de Ayuda a Domicilio, fueron las protagonistas de unas jornadas organizadas por Clece. “Es uno de los días más bonitos del año porque las trabajadoras que desarrolláis vuestra labor en distintos puntos de la provincia podéis compartir experiencias y unas horas de diversión”, aseguró David Cobo, gerente de Clece Jaén, a lo que añadió: “Nuestro objetivo es homenajear a todo el colectivo por el gran trabajo que realizan”. Al acto también acudieron el presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes, junto con la diputada de Igualdad y Bienestar Social, María Eugenia Valdivielso, y el alcalde de Andújar, Francisco Huertas.

“El trabajo que realizáis vosotras como profesionales es fundamental para la provincia por varios motivos. El primero es porque os encargáis de cuidar a nuestros mayores que tanto han hecho por nuestra tierra y les dais la oportunidad de poder residir en sus pueblos y no tener que trasladarse a otros lugares de mayor tamaño lo que, además, genera empleo en nuestro mundo rural, contribuyendo de manera fundamental a fijar la población al territorio”, afirmó Reyes. Clece, junto a Macrosad, son las empresas adjudicatarias del Servicio de Ayuda a Domicilio de la Administración provincial. En el caso de la primera, presta el servicio a través de diez centros sociales comunitarios de la Diputación —Alcaudete, Arjona, Bailén, Huelma, Jódar, La Carolina, Mengíbar, Peal de Becerro, Santisteban del Puerto y Torredelcampo—, en 61 municipios menores de 20.000 habitantes, a más de 4.000 personas. Durante el acto, en el que compartieron un almuerzo y muchas experiencias, también se quiso homenajear a algunas de las compañeras que ya no estarán puesto que les ha llegado la hora de finalizar su etapa laboral y que sembró alguna que otra lágrima durante la entrega de unos ramos de flores.