La primera vez de Andrés Bódalo

Los dueños de una heladería de Úbeda recuerdan cómo les destrozó el negocio en un piquete en 2002

05 abr 2016 / 09:15 H.

“Cómo lo voy a olvidar. Fue el peor momento de mi vida”. Ese es el recuerdo que tiene Juan Antonio Jiménez de lo que ocurrió aquella calurosa mañana del 20 de junio de 2002 en la que España vivía una jornada de huelga general. Un piquete del entonces Sindicato de Obreros del Campo (SOC) se trasladó desde Jódar hasta Úbeda y, literalmente, le destrozó su heladería por el único motivo de que estaba abierta al público. Entre los violentos estaban el entonces alcalde de Jódar, José Luis Angulo, y también Andrés Bódalo. Fue su pecado original, su primera vez. El 25 de mayo de 2011, el jornalero sindicalista —todavía no era concejal— aceptó una castigo de dos años de cárcel por delitos contra los derechos de los trabajadores, amenazas y daños. Por estos hechos, fueron condenadas seis personas más.

Casi catorce años después de ese episodio, las víctimas han vuelto a estar en el foco informativo, debido al reciente encarcelamiento de Andrés Bódalo, por pegar al teniente de alcalde de su pueblo. “Yo estaba en la heladería. De repente escuché unas voces, traté de bajar las persianas, pero Bódalo entró con su gente. Me zarandearon y sacaron a mi mujer por la ventana. Ella estaba embarazada de seis meses de mi hijo Julio. Mi hijo Gonzalo, que entonces tenía dos años, también estaba allí. Se lo tuvieron que llevar. Lloraba porque estaba viendo lo que le estaban haciendo a sus padres. Imagínate qué situación”, explica Juan Antonio. A continuación, rompieron lunas, letreros, vitrinas y muebles: “Fue como un huracán”, describe Juan Antonio. “Solo terminó cuando la Policía Nacional vino y pudo hacer un cordón de seguridad”, añade.

Este empresario ubetense destaca el “papel protagonista” que tuvo Bódalo en aquellos disturbios. “Era el que dirigía, el que alentaba a la gente con el megáfono y el que participó plenamente. Y todo porque decidimos abrir nuestro negocio. Esa es la libertad que predica esta gente”, añade. Así lo puso también de manifiesto la sentencia del Penal número 2, que ratificó que el hoy concejal de Jaén en Común fue “una de las personas más activas” del piquete.

Esa misma resolución obligó a los condenados a pagar los destrozos que ocasionaron en el local y que ascendieron a más de 17.000 euros.

Los detalles

Tres delitos. Aquel episodio de violencia en la heladería de Úbeda le costó a Andrés Bódalo una condena de dos años de cárcel por daños, amenazas y un delito contra los derechos de los trabajadores. Por aquel entonces, no tenía antecedentes y el castigo le fue suspendido.

Atentado. El 2 de agosto de 2005, Bódalo propinó manotazos y patadas a varios policías que intentaban desalojarlo de las dependencias de la Consejería de Agricultura en Sevilla. Por este hecho, le cayó una condena de un año de cárcel por un delito de atentado.

reincidente. Cuando Bódalo agredió al teniente de alcalde de Jódar, en septiembre de 2012, ya tenía antecedentes penales. De ahí que en la agresión al edil galduriense se le haya aplicado la agravante de reincidencia. Todavía tiene pendiente el juicio por el asalto al supermercado de Écija.

Un “huracán” que se llevó por delante a una mujer embarazada
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La secuencia de imágenes habla por sí sola. En la primera se puede apreciar cómo un jornalero arremete con la bandera contra los dueños de la heladería de Úbeda aquella mañana del 20 de junio de 2002. En la siguiente fotografía, Juan Antonio Jiménez graba con su videocámara a los miembros del piquete. Ese vídeo fue fundamental para identificar a los autores. Al lado, un policía protege a la esposa de Jiménez, Eva Rico, que estaba embarazada de seis meses y que fue zarandeada por los condenados. La última imagen ilustra los daños en el interior del negocio.