La prevención es el eje del III Encuentro de Costaleras

El Colegio de la Vera Cruz fue el lugar elegido para la celebración de la tercera edición del Encuentro de Mujeres Costaleras. Una cita que, según explicó María de los Ángeles Espinosa, gobernadora de la Congregación de la Vera Cruz —organizadora en esta edición del evento—, en esta ocasión se centró en la prevención de las lesiones que, en ocasiones, sufren las personas que portan los pasos. “Contamos con una conferencia de la fisioterapeuta Dolores Martínez, que indicó a las costaleras las técnicas de calentamiento, precauciones y ejercicios previos que pueden realizar, así como todas aquellas cuestiones que pueden ayudar en la carga del peso de los pasos”, manifestó Espinosa.

Durante la cita también se propició una charla-coloquio entre los asistentes y mujeres que cuentan con cargos de representación en las cofradías con el principal objetivo de explicar el papel que juega el colectivo en la actualidad. “En la provincia tenemos que sentirnos orgullosas porque la mujer no está relegada a un segundo plano, como ocurre en otras que visitamos a lo largo del año. Aunque ha costado dar los siguientes pasos e incorporarse como nazarena y costalera, puesto que hace unos años tan solo se veía su presencia en las estaciones de penitencia vestidas de mantilla, el colectivo se encuentra ahora plenamente integrado en los diferentes puestos y responsabilidades con los que cuentan las cofradías”, aseveró la Gobernadora de la Vera Cruz. El broche a la cita lo puso el Certamen de Saetas, capitaneado por Carmen Gersol, que emocionó a los asistentes con su impresionante torrente de voz, y que actuó junto con Margarita Torralbo y Carmen Mingorance: “Fue una actuación muy íntima y sentida, porque no había tambor ni nada. Y eso también la hizo aún más espectacular”. Además de la Vera Cruz, en el encuentro estuvieron presentes integrantes de las cofradías del Resucitado, la Clemencia, Nuestro Padre Jesús Nazareno y el Santo Sepulcro. Colectivos que cuentan con cuadrillas de mujeres costaleras.

Las precipitaciones que se registraron durante la jornada no empañaron el término de la iniciativa cofrade, por lo que los participantes pudieron disfrutar de una jornada de convivencia junto con sus familiares, en torno a una paella.