La accesibilidad es todavía una “asignatura pendiente”

Colectivos ponen el acento en las dificultades del casco histórico

16 ago 2018 / 12:01 H.

Baches, escalones altos, baldosas sueltas, aceras resbaladizas y muy estrechas o pasos de cebra sin pintar o mal señalizados. Eso son algunos de los inconvenientes que encuentran las personas con movilidad reducida en su día a día. “Es cierto que la ciudad, por su orografía, no es muy accesible en sí, pero todavía queda mucho camino por recorrer para mejorar en la supresión de barreras y no solo para las personas que cuentan con algún tipo de discapacidad, sino también, por ejemplo, para la población mayor”, reconoce la directora de la Organización Nacional de Ciegos de España, Rosario Sedano, que, junto a los obstáculos que se encuentran en las calles, pone el acento en la ausencia del sistema de sonido en muchos semáforos, en muchas de las ocasiones por falta de mantenimiento.

Por su parte, el presidente de la asociación de grandes discapacitados físicos de Jaén, Aspaym, Carlos Linares, pone el acento en el casco histórico, uno de los espacios más visitados de la ciudad y un gran atractivo para los turistas que, sin embargo, entraña grandes dificultades para las personas que, por ejemplo, se mueven en silla de ruedas. “La orografía que tiene la zona es muy complicada —coincide con Sedano—, y si a ello sumamos el mantenimiento del adoquinado o del canto rodado en algunas de sus calles, poco más hay que decir”, afirma Linares. También apunta a que el Ayuntamiento está comprometido, dentro de sus posibilidades, con las cuestiones que le indican desde la asociación para la mejora de la accesibilidad: “Con las obras nuevas que se acometen en el centro se trabaja en la supresión de barreras. Así que vamos poco a poco”.

Rosario Sedano también apunta, en este sentido, a que cada vez hay más concienciación, pero que los trabajos en ese sentido, considera, van muy despacio: “Contra lo ya hecho poco podemos cambiar, pero también es verdad que tenemos una ley de accesibilidad universal que, tanto en el caso de los arquitectos como en el de cualquier particular nos ponemos a su disposición para interpretarla y asesorarlos en lo que necesiten”. En el caso de los edificios públicos la cosa cambia y la mayoría tienen en cuenta la accesibilidad. Ese es el caso, por ejemplo, del Ayuntamiento, de la Diputación Provincial, los museos o centros de salud como el reciente del Bulevar.

Por otra parte, y bajo la premisa no solo de reivindicar, sino también de echar una mano en la medida de lo posible a la administración, Carlos Linares apuntó a que trabajan en la realización de un informe con las principales dificultades que encuentra el colectivo, con el objetivo de entregárselo al Ayuntamiento en los próximos meses. “Muchas de ellas tienen una solución fácil o rápida. Porque lo que no podemos tener todas las semanas son caídas, y no solo de personas con discapacidad”, apunta.

Consejos que cada vez se tienen más en cuenta
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Tanto la directora de la ONCE en Jaén como el presidente de Aspaym reconocieron que, cada vez más, la opinión de las asociaciones que trabajan con personas con movilidad reducida se tiene en cuenta. “Siempre pedimos que las administraciones se acuerden de nosotros, y por ejemplo en el hospital de Andújar o en la adecuación de algunos centros de salud de la provincia nos han pedido asesoramiento al respecto”, explica Sedano. Por su parte, Linares apunta a que mantuvieron una reunión con responsables de la Diputación Provincial para trabajar la accesibilidad en el nuevo Palacio de Deportes “Olivo Arena”. “Y no solo para que las personas que cuenten con algún tipo de discapacidad puedan acceder a las instalaciones, sino que también participen de una forma activa como deportistas”, indicó Linares.