El coche “ponemultas” sanciona 16 veces más que un policía a pie

El “multacar” abre 2.503 expedientes por infracciones de tráfico en la capital, casi el diez por ciento del total

18 ene 2019 / 08:57 H.

El coche “ponemultas” de la Policía Local lleva más de ocho años de servicio. Tras un periodo inicial de pruebas, comenzó a funcionar a pleno rendimiento el 14 de junio de 2010. Desde entonces, el “multacar” se ha convertido en un antídoto, en principio eficaz, contra las infracciones de tráfico en la ciudad. Ahí están los datos: este vehículo impone dieciséis veces más sanciones que un agente a pie. Así se desprende de la última Memoria de la Concejalía de Seguridad Ciudadana, relativo al año 2017. El “ponemultas” abrió 2.503 expedientes sancionadores, lo que supone casi el 10 por ciento del total, que fueron 27.278. Si se hace una sencilla división entre el número de agentes que componen la plantilla del cuerpo de seguridad (unos 160), se puede comprobar que cada agente pone una media de 155 multas al año.

Hace unos días, las redes sociales de la Policía Local anunciaban que el “multacar” está recorriendo las calles para perseguir los aparcamientos en doble y triple fila, sobre los acerados o en vados de cocheras, entre otras infracciones. La eficacia de este vehículo está más que contrastada. Salvo en momentos puntuales, sobre todo a la salida de los colegios, la doble fila se ha reducido de forma drástica. El “multacar” asusta. Pero no solo su presencia, sino también su amenaza. Funciona como un efecto placebo. Quizá no pase el coche, pero el miedo a ser cazado disuade a algunos conductores.

El vehículo, desde luego, no pasa desapercibido. Además de llevar serigrafiados los símbolos y emblemas propios de la Policía Local, también cuenta con una cámara giratoria anclada en su techo que es capaz de leer las matrículas de todos los coches con los que se cruza. Los automóviles que se encuentran estacionados en una parada de autobuses, en una plaza de discapacitados, encima de una acera, en una zona de carga y descarga o en un paso de peatones son sancionados de forma casi automática. Distinto es el sistema de funcionamiento cuando se combate la doble fila. En ese caso, el “ponemultas” hace una primera pasada en la que se detecta a todos los vehículos infractores. Unos minutos después realiza un segundo barrido y la multa se formula contra los vehículos que no han sido retirados en ese intervalo de tiempo. A pesar de lo que pudiera parecer, la mayoría de las denuncias formuladas por el “multacar” en Jaén se corresponden con estacionamientos en espacios reservados.

Una avería lo tuvo dos años en cocheras

El “multacar” costó la nada despreciable cantidad de 78.516 euros. Fue adquirido en el año 2009, durante el mandato de Carmen Peñalver. Oficialmente, comenzó a funcionar a pleno rendimiento el 14 de junio de 2010. Durante los primeros años de actividad, realizaba unas 300 salidas al año, que suponían más de 10.000 sanciones. No obstante, el “ponemultas” desapareció de las calles a mediados del año 2014. Sufrió una avería: en concreto, se desconfiguró la cámara que lleva acoplada al techo. Tardó unos dos años en volver a estar operativo y, desde entonces, su actividad se redujo de forma drástica: sale la mitad de veces y, por lo tanto, también multa la mitad. Eso sí, es dieciséis veces más eficaz que un agente a pie.