“Dije que me rajó la cara con unas tijeras, pero era mentira”

La mujer se retracta de todas las denuncias presentadas contra su pareja

16 mar 2018 / 08:51 H.

Entre julio de 2015 y mayo de 2016, Rocío acudió una decena de veces a la Comisaría. Relató innumerables episodios de agresiones, amenazas, insultos perpetrados por su pareja y padre de sus dos hijos pequeños... Un calvario de malos tratos, de rupturas y reconciliaciones, que incluyó una denuncia por unos hechos brutales: Presuntamente, Gabriel G. M. le rajó la cara con unas tijeras para que dejara de tener una cara bonita y se acordara de él cada vez que se mirara en un espejo. Ayer, la supuesta víctima dijo que se lo había inventado todo: “Es mentira.. Nunca me ha hecho nada. Lo denunciaba porque estaba metido en drogas, iba con una y con otras y a mí, que estaba embarazada, me tenía abandonada. Quería hacerle daño porque yo estaba sufriendo mucho”, declaró bajo juramento. Con respecto a las cicatrices que marcan sus mejillas, Rocío aseguró que se las hicieron otras mujeres con las que se peleó.

Gabriel M. M., que está en prisión preventiva desde el pasado mes de febrero por quebrantar la orden de alejamiento, también negó los hechos: “Ella tiene celos enfermizos. Cada vez que me veía con alguna amiga, me mandaba a la Policía y me decía que me iban a echar 30 años de cárcel”, explicó el hombre desde el banquillo de los acusados de Penal 4. Cuando la fiscal Silvia Muñoz le enumeró los episodios de violencia física que denunció su pareja en su día, Gabriel M. M. fue muy tajante: “Ella jamás ha vivido eso conmigo. Nos llevábamos muy bien”, dijo. “Tengo madre y una hija de 17 años, a las que no quiero que les pase nada como mujeres”, añadió en su derecho a decir la última palabra.

Tras escuchar las declaraciones coincidentes de acusado y de denunciante, llegó el turno de los policías que han intervenido en las múltiples ocasiones en las que ella resultó herida, denunció o pidió ayuda. Los agentes relataron la situación de “miedo” vivida por la mujer durante la relación. La más explícita fue una policía encargada de protegerla, quien dijo que está “en riesgo extremo”. “Ella solicitaba protección y luego volvía con él una y otra vez”, señaló. Y agregó: “Es muy difícil proteger a una víctima que no quiere”.

En su informe final, la Fiscalía señaló que la mujer sufre “una fuerte dependencia emocional y de vulnerabilidad”, lo que le ha llevado a negar los hechos. Por ello mantuvo los cargos contra Gabriel M. M. Lo acusó de trece delitos —retiró uno de allanamiento de morada— y pidió 16 años de prisión para él. Además, también solicita que no pueda acercarse a su pareja durante 25 años más y que pierda la patria potestad de los hijos en común durante un lustro. Por su parte, la defensa, considera que no hay pruebas ya que las declaraciones anteriores de la mujer no tienen “veracidad alguna”. Por ello, reclama la libre absolución. El caso quedó visto para sentencia.