Del “curro” directos a La Vestida

El ferial se pone a reventar en un viernes apoteósico, preludio del fin de semana

21 oct 2017 / 11:18 H.

Apotéosis de viernes de feria. ¡Cómo se puso La Vestida! Había ganas de jarana tras una larga semana en la que apareció la ansiada lluvia para deslucir el día festivo de San Lucas. Las obligaciones laborales impiden a muchos disfrutar entre semana de las casetas, de los cacharricos o de una buena sesión de baile rumbero. Es lo que tiene el trabajar. Pero ayer fue un día distinto. Se notaba en el ambiente. Por fin, viernes. El día de olvidarse del estrés cotidiano, desabrocharse el nudo de la corbata, quitarse el mono y ponerse el mundo por montera para pasar un buen rato en la mejor compañía. Desde luego, la afluencia al recinto ferial Alfonso Sánchez Herrera fue ayer mucho mayor que en los días previos. A partir de las tres de la tarde ya era muy complicado encontrar un hueco libre en alguna de las casetas de comida. Y es que muchas empresas aprovecharon el último día laborable de esta feria para celebrar un almuerzo de convivencia. Fue el caso de los más de 40 trabajadores de Dapda Jaén, una sociedad tecnológica. “Como manda la tradición, siempre venimos con el uniforme”, explica su propietario Juan Afán. “A las dos hemos cerrado la empresa y hasta el lunes”, dice una de las trabajadoras, mientras brinda con una compañera.

En la caseta de al lado están los trabajadores y clientes del Gimansio Fitness Zone, ubicado en la Avenida de Andalucía. “Aquí hemos venido los más valientes, que no todo va a ser deporte”, explica su gerente, Jesús Pamos. También es numerosa la comida de la plantilla de Industrial Varysa, una sociedad jiennense dedicada a los suministros industriales. Una de sus empleadas, Elena Vargas, explica que han estado trabajando toda la mañana: “Ahora vamos a estar de feria hasta que el cuerpo aguante”, dice, entre risas. Lo mismo hacen los trabajadores de Díaz Asesores, compañeros de “curro” y amigos que hicieron del viernes su territorio para la diversión. Y como la feria no distingue entre asalariados, autónomos o personas que realizan una actividad no remunerada, un grupo de amas de casa se propuso ayer “quemar” La vestida: Adela, María Ángeles, Alicia, Almudena, María del Carmen, Ana y Toñi se pusieron una flor en la cabeza para disfrutar de un gran día.

En los protagonistas de esta crónica se refleja la historia de miles de jiennenses que saben de lo importante que es hacer un alto en el camino cada vez que llega San Lucas. Porque una vez al año, no hace daño y porque la vida son dos días. Así que hoy, hay que dejar atrás el cansancio y la resaca y volver a lo grande a La Vestida, que arranca el último fin de semana de feria.