La Guardia Revolucionaria considerada “grupo terrorista”

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció ayer que la Guardia Revolucionaria de Irán, incluida la Fuerza Quds —la división internacional del organismo— será considerada como una organización terrorista. “Hoy anuncio formalmente el plan de mi Administración para designar a la Guardia Revolucionaria, incluida su Fuerza Quds, como una organización terrorista”, señaló en un comunicado, en el que ha descrito su decisión de “paso sin precedentes”. Asimismo, subrayó que esta decisión “reconoce la realidad de que Irán no es sólo un país que promueve el terrorismo, sino que la Guardia Revolucionaria participa de forma activa, financia y promueve el terrorismo como una herramienta de gobierno”.

“La Guardia Revolucionaria es el principal medio del Gobierno de Irán para dirigir y aplicar su campaña de terrorismo global”, dijo, antes de destacar que “esta designación supone la primera ocasión en la que Estados Unidos nombra a parte de otro gobierno como una organización terrorista”. En este sentido, Trump apuntó que esto “subraya el hecho de que las acciones de Irán son diferentes en esencia de las de otros gobiernos” y añade que “esta acción expandirá de forma significativa el rango y escala de la presión máxima por parte de Estados Unidos sobre el régimen iraní”. “Esto deja totalmente claro los riesgos de llevar a cabo negocios o dar apoyo a la Guardia Revolucionaria. Si negocias con la Guardia Revolucionaria estarás financiando el terrorismo”, advirtió el mandatario estadounidense. “Esta acción envía el claro mensaje a Teherán de que su apoyo al terrorismo tiene graves consecuencias”. “Seguiremos incrementando nuestra presión financiera y elevando los costes para el régimen iraní por su apoyo a las actividades terroristas hasta que abandone este comportamiento maligno e ilegal”, zanjó.

Por su parte, el secretario de Estado, Mike Pompeo, resaltó en rueda de prensa que la designación entrará en vigor en una semana y reclama a Irán que se comporte “como un país normal”. Así, explica que la medida “ayudará a privar al régimen de los medios para ejecutar su política destructiva”. “La máxima presión no cesará hasta que el régimen abandone sus mortíferas ambiciones”, añadió.