Identificados dos rusos por intentar asesinar a los Skripal

La Policía británica fusiona la investigación con la de la muerte de otra mujer

06 sep 2018 / 08:16 H.

Los fiscales británicos identificaron a dos rusos como los presuntos sospechosos de intentar asesinar al exespía ruso Sergei Skripal y su hija el pasado mes de marzo, aunque aclararon que no pedirán su extradición, dado que Rusia no extradita a sus ciudadanos.

Los dos sospechosos son Alexander Petrov y Ruslan Boshirov, a quienes los fiscales acusan también de intentar asesinar a un oficial de Policía que resultó afectado por el mismo agente nervioso. Los fiscales emitieron órdenes de arresto europeas en su contra.

“No solicitaremos a Rusia la extradición de estos hombres ya que la Constitución rusa no permite la extradición de sus propios nacionales”, explicó la directora de Servicios Legales de la Fiscalía, Sue Hemming, citada por Reuters.

Según explicó el jefe antiterrorista de la Policía británica, Neil Basu, se trata de varones de unos 40 años que viajan con pasaporte ruso, aunque lo más probable es que no lo hagan con sus verdaderos nombres. La Policía británica pudo constatar que ambos estuvieron en Reino Unido entre el 2 y el 4 de marzo.

Por otra parte, Basu celebró la imputación de los dos sospechosos y reconoció que es el resultado de una “investigación muy compleja” en la que participaron 250 detectives. “En los seis últimos meses hemos seguido meticulosamente las pruebas, trabajado estrechamente con equipos forenses y científicos especializados” para investigar tanto el ataque sufrido en Salisbury por Sergei Skripal y su hija, Yulia, como “el envenenamiento de Dawn Sturgess y Charlie Rowley” meses más tarde en Amesbury, subrayó Neil Basu.

“Seamos claros. No tenemos ninguna duda de que estos dos incidentes están conectados y ahora forman una sola investigación”, añadió el comisario. Sus palabras se producen después de que este pasado martes la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) confirmara que el mismo agente químico utilizado contra Skripal y su hija fue usado posteriormente contra Sturgess, que terminó falleciendo, y Rowley, si bien no identificó el mismo como Novichok.

Las autoridades británicas culparon a Rusia del envenenamiento de Skripal y de su hija, a principios de marzo de 2018. A finales de junio se confirmó un segundo caso de intoxicación en Amesbury.