“Nunca morirás entre nosotros”

09 ene 2019 / 08:00 H.

Tu partida no nos dio tiempo a poder despedirnos de ti, teníamos tanto que decirte, y tanto que agradecerte. Hace treinta y un días, 744 horas que no podemos verte, abrazarte, pero si te sentimos y te olemos en cada rincón de nuestra casa.

Esa casa que levantaste con tus propias manos, de fuertes pilares y muros, y junto a mamá formaste tu familia, tan fuerte como tu casa. Allí tuvimos la mejor de las infancias, llena de risas, baños, carreras, viajes y experiencias.

Nunca nos faltó de nada. Fuimos creciendo y también creció la familia, y llegaron los nietos y fuiste un orgulloso abuelo del primero al último de tus nietos, tan orgulloso como nosotros estamos de ti.

Hombre de pocas palabras y enorme sonrisa nos enseñaste que hay que trabajar y disfrutar de la vida. Siempre que pudimos lo hicimos todos juntos Nunca te quejaste del pasado, de lo que fue o de lo que pudiste hacer.

Quisiera llegar a casa y verte en tu sillón. Quisiera, solo un abrazo. Quisiera, verte una vez más sonreír. Quisiera, verte una vez más con mamá. Gracias Papá por formar esta familia inmensa. Si volviera a nacer y pudiera elegir entre todos los padres del mundo, sin duda te elegiría a ti.

Es imposible no estar triste, pero tu recuerdo siempre nos hará sonreír. Pero no es un adiós, Papá tú nunca morirás entre nosotros, porque los recuerdos vividos contigo son eternos. Nos haces mucha falta, porque sin duda: Fuiste un buen marido. Un gran padre. Un maravilloso abuelo.

El recuerdo de tu sonrisa nos ayudará a seguir adelante. Te queremos. Un beso de aquí, hasta el cielo.