“Mi padre, mi orgullo”

19 feb 2019 / 08:00 H.

He estado dudando en escribir estas palabras, no me gusta hacer alardes, ni soy de expresar en redes sociales mis sentimientos. No obstante, en este caso creo que puede servir para hacer más llevadero el momento vivido tras la muerte de un padre. Quiero resumirlo con una palabra, la palabra en cuestión es orgullo. Es un orgullo haber podido disfrutar durante mis 45 años de existencia de un padre como mi “Cobi”, un ser maravilloso en que gastaría todos los buenos calificativos recogidos en el diccionario de la RAE. Es un orgullo haber recibido la educación inculcada por él y que gracias a su trabajo, perseverancia y esfuerzo, ha permitido fraguar en mí a una persona cuyo fin es acercarme a sus valores. Es un orgullo pertenecer a la familia a la que pertenezco sustentada por los dos pilares (papá y mamá) y que, ahora, aún coge más fuerza puesto que, él ya tiene más medios desde arriba para que esta familia siga siendo lo que es, una piña. Es un orgullo tener a la mujer más maravillosa del mundo que se ganó con creces, por su forma de ser, un sitio especial en el corazón del “Cobi”. Es un orgullo tener los cuñados, cuñadas, suegros, tíos, primos, sobrinos y resto de familiares que tengo que unidos hacen que esa piña sea aún más fuerte. Es un orgullo tener los amigos que nos han rodeado durante estos momentos y que han desbordado de alegría mi corazón al ver las enormes muestras de cariño, amor, saber estar... son todos, sin excepción, bastones de apoyo y fuentes de calor humano que reconfortan y mucho. Es un orgullo el equipo de profesionales que se han volcado con él y con la familia y a los que desde aquí doy las gracias sinceramente. Es un orgullo poder haber despedido a “papá Cobi” como lo hemos hecho, estando a su lado en cada instante, disfrutando de él hasta el último aliento. Es un orgullo que nuestra fe haya hecho que él se marche con una sonrisa en su cara y seguro de haber hecho bien las cosas. Es un orgullo sentirse reconfortados de haber vivido un desenlace triste con la serenidad y con la fuerza para convertirlo en un momento de alegría y dulzura. Es un orgullo coger parte del testigo para seguir cuidando de mi madre ahora que ella no tiene la presencia física de papá, aunque sí tiene su ayuda desde arriba. En definitiva es un orgullo poder expresar con estas líneas todo lo vivido en estos momentos. Orgullo de ti, “papá Cobi”. Te quiero.