“El maestro de la música”

05 dic 2018 / 08:00 H.

Se ha ido un referente de la música de Baeza y, por extensión de la provincia. Martín Morales Lozano, maestro y director de la Banda de Música de la ciudad baezana, acaba de fallecer de forma inesperada, durante un viaje que realizaba con su familia a Bruselas. Un hombre muy querido por sus paisanos, como lo demuestran las numerosas muestras de afecto y de dolor reflejadas en las redes sociales para honrar la memoria de un jiennense ilustre. Maestro de profesión, ingresó en la Banda de Música de Baeza en 1966. También fue director del “Miserere”, la composición de Hilarión Eslava, que cada Martes Santo se representa en la Catedral de Baeza. Baeza llora su marcha.

Nos ha dejado inesperadamente Martín Morales Lozano. Su muerte repentina representa una sensible pérdida para el panorama cultural de la ciudad de Baeza, a la que amó entrañablemente y por cuyo enaltecimiento se esforzó de forma denodada. Pero, especialmente, su partida deja un hueco en la Santa Iglesia Catedral de Baeza difícilmente reemplazable. Desde los años 80 hasta su fallecimiento, Martín Morales ha sido el organista de la Catedral, solemnizando las eucaristías dominicales con los armoniosos sones del órgano y participando en todos cuantos actos se celebraban en el primer templo baezano, como miembro de la Junta Administrativa del templo.

Valioso eslabón de una rica tradición musical familiar, el nombre de Martín Morales está también íntimamente unido a la representación del Miserere, que el maestro Hilarión Eslava compuso para la Catedral baezana en el siglo XIX, y que como apreciada tradición religioso-musical, cada Martes Santo volvía a interpretarse bajo su magistral batuta.

Por decisión del Cabildo de la Catedral y de su Junta Administrativa, se colocará una placa junto al órgano del templo con el siguiente texto: “Desde este lugar, con los armónicos sones del órgano, elevó las almas de los fieles a la contemplación divina el maestro D. Martín Morales Lozano, organista de esta S. I. Catedral (+02-12-2018). ‘Miserere mei, Deus, secundum magnam misericordiam tuam’ (Ps. 50,1)”.

Descanse en paz, que el Señor le recompense por tanto esfuerzo y trabajo en pro de Baeza y de su Catedral, y que en él se cumpla lo que San Agustín decía que sería la vida de los bienaventurados en el cielo: “Erunt sicut musica” (“Serán como la música”).

Por Francisco Juan Martínez Rojas, deán de la Catedral de Baeza

Ha perdido Baeza tu
figura
sin aristas, Martín, llena de agrado.
Ha perdido la música al
letrado
que hace fácil la huraña
partitura.

Ha perdido la escuela tu
cultura,
el hombre bueno del que habló Machado.
La tertulia ha perdido un
aliado
y una moto el carril de la
aventura.

Mas resuena en el parque un pasodoble.
Tu batuta se adorna entre los toros.
Son tus himnos aliento de otra gloria,

sibarita jocoso, digno y noble. Para siempre las voces de los coros,
“Miserere” alzarán en tu
memoria.

Por Salvador García Ramírez