A la seño Lola, mi compañera, amiga y gran madre

07 abr 2019 / 08:00 H.

Te fuiste de nuestro lado. En silencio ha sido tu partida. Nuestros corazones se han desangrado por tan súbita despedida. Tú espíritu luchador a la vida se aferraba en nuestra comunidad educativa Vera Cruz. Más Dios, a su lado te ha llamado.

Conocí a Lola en la década de los noventa cuando se incorporó al claustro del antiguo colegio Vera Cruz, ubicado en la Comandancia de la Guardia Civil. Desde el principio, compartimos nuestra pasión por la Guardia Civil y la de educadores. Siempre recordare su sonrisa y su gran humildad, ayudando a todo aquel que se acercara a ella. Hemos compartido juntos muchas fiestas de Navidad y finales de curso, Patronas en la Comandancia, Semanas Santas con nuestra Cofradía “Vera Cruz” y múltiples Juras de Bandera junto con tu marido y amigo Luis.

Desde mi puesto de director siempre me has ayudado, y especialmente, en los momentos difíciles, por eso siempre te estaré agradecido. Nunca olvidaré la fiesta de mi jubilación que llevaste con tanto sigiló, trabajo y sorpresa.

Como maestra siempre has destacado por los valores que has sabido transmitir a tus niños y niñas. Siempre estará en mi retina cuando entraba en tu clase sentada en tu mesa y rodeada de tus alumnos, dándoles de leer o corrigiendo sus cuadernos. También has destacado como una gran catequista, pues tus dotes como buena cristiana han impregnado nuestro colegio. Siempre has trabajado con los más pequeños y son los cursos más difíciles y donde resaltan las grandes dotes de una buena maestra y tú lo has sido. Como madre y esposa siempre has compartido tu cariño y amor con tu hija Carmen y con Luisito. Siempre te has mantenido al lado del que ha sido tu gran amor como lo es Luis. Nuestras familias han compartido muchos momentos felices y ahora en estos tan tristes te echaremos mucho de menos tanto mi esposa como mis hijos.

Quiero resaltar tus últimos momentos vividos en nuestro colegio, desde que te nombraron miembro del Patronato de la Vera Cruz. Has realizado una gran labor y has trabajado sin descanso por sacar adelante tú colegio. Te he visto trabajar hasta en vacaciones para lograr ese sueño que es llevar el bachillerato a nuestro colegio.

Aunque ya no estemos juntos, amiga mía, quiero que sepas que te llevaré siempre en mi corazón toda la vida y que por las noches mirare al cielo y sabré que detrás de una estrella estarás tú para cuidarnos como lo hiciste siempre.