Chilluévar, un pueblo con encanto en el Alto Guadalquivir

El municipio se caracteriza por una rica gastronomía local y un ambiente acogedor

14 mar 2019 / 16:24 H.

Situado en el extremo norte de la comarca de Alto Guadalquivir, Chilluévar es un pequeño municipio que se caracteriza por que su extremo noereste forma parte del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villa. Como es tradicional en la provincia, su territorio es agrícola y su principal cultivo es el olivar. El hecho de que tenga la sierra tan cerca hace que el hábitat sea perfecto para especies como pequeñas aves insectívoras. Sus calles, estrechas y empinadas, son parte de su encanto y le dan un toque de pueblo tradicional. Además del núcleo principal, forman parte de ella las aldeas de Los Almansas, Los Romos y Chillúevar la Vieja. Un municipio pequeño, pero acogedor y que, este año, en la Feria de los Pueblos, quiere promocionar sus proyectos turísticos y dar a conocer sus encantos. Entre los monumentos destacados se encuentra la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Paz, la calzada romana y el puente romano en el río Cañamares. Además, también cuenta con restos arqueológicos que fueron encontrados en el yacimiento romano de Los Almansas.

Su gastronomía local destaca por platos peculiares, típicos de la zona y, sobre todo, curiosos. Como por ejemplo, las gachamigas, que llevan torreznos y pimientos secos, los talarines, que son tortas de masa con setas y libre o perdiz, y la tortilla serrana, que, generalmente, se hace con mucho chorizo. Melojas, ajo labrado, ajoharina... Y, de dulce, papajotes o arroz con leche.

En cuanto a sus fiestas patronales, Chillúevar tiene como patrona a la Virgen de la Paz y, precisamente, el año pasado fue muy importante para el municipio, ya que se celebró , el uno de mayo, el cincuenta aniversario de la coronación de la Virgen y, por ello, durante sus fiestas, fue nombrada alcaldesa honoraria, expediente en el que trabajaron durante meses. Con esto y por primera vez en la historia, la patrona salió al encuentro de sus hijos con el bastón de mando en su trono.