“Se debe garantizar el rigor”

28 sep 2018 / 12:14 H.

Planificación. Una ciudad como Jaén no puede permitirse el lujo de tener un Planeamiento General, PGOU, lleno de incertidumbres y dudas sobre su legalidad. Aceptamos las soluciones que se ha adoptado, aunque no la compartimos, de poner de manifiesto la indefensión para salvar, ante todo, dos grandes proyectos por su repercusión social, el Jaén Plaza y el Jaén Arena, pero ¿qué sucede con los inversores locales? Con los que, cada día, sufren las numerosas incongruencias de un planeamiento alejado de las necesidades reales de una ciudad, elaborado lejos de una participación ciudadana, no solo necesaria sino imprescindible. Y pensemos en el día después, una vez salvados estos proyectos, el PGOU, que será de nuevo anulado, ¿cuándo y como se afrontará? ¿Se tendrá en cuenta la opinión de los colectivos ciudadanos, entre ellos los colegios profesionales que cada día están más sensibilizados con los males de la ciudad y más alejados de los rectores municipales?

Construcción. A nadie se le escapa, por muy profano que sea en materia de construcción, o más bien de inversiones, que el tiempo es un factor básico para conseguir el éxito en cualquier actividad empresarial. No se puede emprender una inversión en una promoción inmobiliaria sin saber, primero si te van a conceder licencia de obras y más aún, ¿cuando te la van a conceder? Los colegios profesionales estamos dispuestos y preparados para colaborar con la Administración municipal, con el fin de agilizar las licencias y animar a los inversores a desarrollar sus proyectos en Jaén. Lamentablemente, en los últimos tiempos, la agilidad y la eficacia son conceptos que se desconocen en el área de Urbanismo de nuestra capital. Somos conscientes de la preparación y calidad de los técnicos municipales, entonces ¿dónde está el problema? En nuestra opinión falta organización, transparencia y diálogo.

No podemos dejar pasar la ocasión para recordar que el corazón de nuestra ciudad, el casco histórico, está olvidado, abandonado y cuando no, agredido. Se recuerda a menudo que no se está actualizando el Plan Especial de Protección del Casco Histórico, pero se olvida que, mientras tanto, el Pepri de 1996 sigue vigente y sus prescripciones se incumplen de forma caprichosa, precisamente por aquellos que debían velar por su cumplimiento. Solo podemos terminar pidiendo respeto y recordando que estamos aquí para trabajar en las bases de un futuro mejor para esta ciudad.