Unas 18.000 personas claman por el “procés” independentista

Decenas de miles de personas han llenado la Plaza de Cibeles y el carril derecho del Paseo del Prado en la manifestación independentista convocada en Madrid por la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC) y Òmnium Cultural, entre otras organizaciones, que reivindican el “procés” y el derecho a la autodeterminación, así como criticado el juicio en el Supremo a los líderes soberanistas.

En torno a las 19:30 horas, la Delegación del Gobierno señaló que fueron 18.000 los participantes, de acuerdo a los datos policiales. Los convocantes, que esperaban 50.000 manifestantes, han cifrado en 120.000 los asistentes.

Tras la manifestación, señalaron que se han fletado finalmente 520 autobuses llenos, lo que supondría la llegada a Madrid, según sus cálculos, de cerca de 30.000 personas solo en este medio de transporte. La manifestación comenzó a las 18:00 horas y cuando la cabecera entraba en la Plaza de Cibeles, donde se ha levantado un escenario con el lema “La autodeterminación no es delito”, la cola de manifestantes llegaba hasta prácticamente la Plaza Emperador Carlos V, junto a la estación de Atocha, según ha comprobado Europa Press.

“Uno de octubre, ni olvido ni perdón”; “Este juicio es una farsa”; “Hemos venido a despedirnos” o “Prensa española, manipuladora” han sido algunas de las consignas durante la manifestación, en la que las banderas más repetidas eran las “esteladas” y la morada de Izquierda Castellana. También se vieron el habitual lazo amarillo y pancartas con lemas como “No pasarán”, “No hay justicia” y “Libertad presos políticos”. En la cabecera se encontraban el presidente de la Generalitat, Quim Torra, el expresidente catalán Artur Mas y varios de los actuales miembros del Govern, entre ellos Elsa Artadi, así como el presidente del Parlament, Roger Torrent. También había diferentes políticos de partidos independentistas catalanes como Gabriel Rufián, Joan Tardá o Josep Lluís Cleríes. En declaraciones a la prensa, Torra se dirigió de forma genérica a España para pedirle que escuche “los gritos de la libertad” y que aproveche la manifestación para preguntarse en qué ha fallado.