El Gobierno tomará medidas en la enseñanza catalana

El colectivo Ames pide que la matrícula incluya la casilla de opción lingüística

16 feb 2018 / 09:25 H.

El presidente de Sociedad Civil Catalana, José Rosiñol, aseguró que el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, le confirmó en una reunión, mantenida en el Palacio de la Moncloa, que el Ministerio de Educación tomará una decisión sobre la matrícula en los colegios e institutos catalanes y el uso del castellano en sus aulas.

En rueda de prensa, después del encuentro de casi dos horas mantenido con el presidente del Gobierno, Rosiñol explicó que la matriculación en castellano es una opción que ya está recogida en la ley de educación de Cataluña y que hasta ahora no se estaba cumpliendo. “Debería ser la norma”, indicó. El asunto fue abordado brevemente con Rajoy y éste le trasladó que el asunto ya está sobre la mesa del ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, tras la petición del colectivo Ames para que los impresos de preinscripción de la matrícula incluyan una casilla de opción lingüística.

El secretario de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, Marcial Marín, apuntó que el Ministerio está estudiando si la matrícula en colegios e institutos de Cataluña es una tarea que corresponde al Gobierno por la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

“Somos sensibles con el problema y estamos en ello. Pronto lo anunciaremos, pero quedan todavía unas semanas (para abrir el proceso de matriculación)”, subrayó Marín tras la petición de Ames. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, confirmó que el Ejecutivo va a aprobar nuevas medidas sobre educación y función pública en Cataluña al amparo del 155, aunque no concretó si éstas verán la luz en el Consejo de Ministros en las próximas semanas. En declaraciones en el Congreso, la también ministra para las Administraciones Territoriales explicó que en las comunidades autónomas en los meses de febrero y marzo se tienen que adoptar “un conjunto de decisiones importantes” en ámbitos como la enseñanza o la función pública, que están “muy marcados por el calendario”.