Victoria blanca como forma de iniciar la Liga

El Real Madrid consiguió la victoria ante el Getafe en el partido correspondiente a la primera jornada de LaLiga Santander gracias a los goles de Carvajal y de Gareth Bale, que sentenciaron un duelo en el que solo hubo tantos blancos. El encuentro se inició con un claro dominio por parte de los blancos, que fueron los superiores en la primera parte, pero sin muchas ocasiones de gol ya que los visitantes mantuvieron una fuerte defensa. Soria paró un disparo de Bale, aunque la jugada fue anulada por fuera de juego. Los de Bordarlás se asentaron sobre el campo y apenas dejaron espacios para que los blancos se internasen en el campo contrario. Marcelo remató de cabeza a Bale, que se anticipó al defensor, pero el esférico fue al larguero. El control total del balón era para el Real Madrid y fue Carvajal el que estrenó el marcador en esta temporada en el Bernabéu. Bale llegó hasta la línea de fondo y Soria no despejó bien el cuero, que fue a caer al lateral blanco.

Con el luminoso a favor para los locales, ambos equipos se fueron al descanso. En el segundo tiempo, el Getafe salió con más intensidad y presionó más en la parte de arriba del campo. Sin embargo, los hombres de Lopetegui no dieron tregua y, en el minuto 50, Bale anotó el segundo. Un fallo de Djené ante la presión de Asensio hizo que este se hiciese con el balón en el área, centró raso y fue el galés el que remató a la portería de Soria. Bale estuvo muy activo en las bandas y el Getafe seguía dejando demasiado espacio al Madrid para progresar en el área. Los visitantes mejoraron con la entrada en el terreno de juego de Mata, pero no lo suficiente como para inquietar a Keylor Navas. Pese a ello, casi la tuvo tras un remate de Ángel, que por milímetros dio en el segundo palo. El Getafe intentó venirse arriba en la recta final del partido, pero el Madrid se posicionó bien en defensa y el resultado no peligró. En el tiempo añadido, Ángel volvió a rematar y realizó el primer tiro a puerta de los suyos en todo el partido, sin éxito.