River Plate llora de alegría

Remonta la final de la Copa Libertadores en Madrid ante un Boca que nunca se rindió

10 dic 2018 / 11:23 H.

River Plate se proclamó campeón de la Copa Libertadores 2018 en el Santiago Bernabé, en una final histórica que se llevó (3-1) ante su vecino y rival Boca Junior, a 10.000 kilómetros de Buenos Aires y gracias a un gol de Juan Fernando Quintero que rubricó la remontada millonaria en la prórroga. Madrid coronó al campeón de América. River alzó su cuarto título (1986, 1996, 2015 y 2018) y sin duda el más especial, un clásico de Argentina y Suramérica, a pesar de que la revancha de la ida no fue en su Monumental. Boca se puso por delante al filo del descanso por medio de Benedetto, pero Pratto empató para alargar un poco más la final interminable. La prórroga se le torció al equipo de Guillermo Barros Schelotto, con Barrios expulsado a los dos minutos, y River culminó su mejoría de la mano de Quintero con el gol del colombiano en el 109 Un mes después del 2-2 de La Bombonera, en una final exportada a la capital española por la violencia que avergonzó a Argentina el 24 de noviembre, River salió campeón. Boca fue mejor hasta que entró Quintero al otro lado. El colombiano, que brilló en el reciente Mundial de Rusia, dio fútbol a River, atascado y sobrepasado por la garra rival. Benedetto hizo justicia al descanso, pero los de Marcelo Gallardo se adueñaron del césped blanco de su querido don Alfredo di Stéfano. El dominio total con un jugador más lo rubricó Quintero con su zurda y lo peleó hasta el final Boca, con un balón al palo en la penúltima jugada, antes de que el Pity Martínez pusiera el 3-1 sin portero. La larga espera había sacado a cada equipo enchufado al césped del Bernabéu.Los jugadores, más que nadie, no olvidaban lo que estaba en juego, aunque estuviesen en otro continente, en otro hemisferio, con otro ambiente distinto al que pudo haber sido el Monumental. La intensidad paró también mucho el partido con las faltas y River fue quien más lo sufrió, con un medio defensivo con Ponzio y Enzo Pérez y sin ritmo. Boca se comió ese centro del campo mordiendo en cada balón y Benedetto hizo la guerra por su cuenta con bastante éxito. El delantero de Boca, que ya mojó en la ida, sacó los colores a la defensa millonaria hasta que logró el 0-1 en un balón a la espalda de los centrales justo antes del descanso. Pablo Pérez tuvo un par de buenas ocasiones para batir a Armani, mientras River apenas inquietó.