“Nosotros pusimos condiciones, cada uno tenía que hacer lo suyo”

El hombre del momento en la actualidad deportiva jiennense habla, aunque no se explica. El empresario egipcio de origen yemení Edres Mohamed Khalifa Salam da a entender, en conversación telefónica con este periódico, que las condiciones contractuales rubricadas con el presidente del Real Jaén, Rafael Teruel, en las que se comprometía a invertir en el club 100.000 euros y suscribir el 50% de una futura ampliación de capital de 5.000.000 euros, se incumplieron. “Nosotros pusimos unas condiciones, ellos tenían que hacer unas cosas y yo otras”. Conciso y escueto el empresario egipcio supedita cualquier otra declaración al visto bueno del propio presidente del club. Deferencia o excusa, sorprende en cualquier caso, porque es la parte que incumple el contrato (redactado en inglés y que acompaña esta información) la que prefiere no entrar en detalles. El contrato, sin embargo, sí especifica que el empresario estaba interesado en participar en el capital social del club “para adquirir, como mínimo, el 50% de las acciones que representen el total del capital social y demás explotaciones comerciales anexas al club”.

Aunque en un primer borrador contractual se estipula como préstamo y cesión de derechos de suscripción preferente en ampliación de capital (con un tipo de interés del 4% TAE, que se liquidaría y abonaría a la finalización del préstamo), finalmente, se rubrica como una contribución al mantenimiento de la actividad deportiva. Eso sí, con el compromiso de Rafael Teruel de convocar en el plazo de un mes desde el pago de dicha cantidad una Junta General Extraordinaria donde se acordaría, como único punto del día, una reducción de capital a “cero euros” y una posterior ampliación a 5.000.000, representada por 500.000 acciones de un valor nominal cada una de 10 euros. El contrato, firmado el 2 de diciembre de 2015, lo rubrica el presidente del club como titular de 54.700 acciones de la entidad deportiva, que representan el 50,89%, y en él se detallaba que los 100.000 euros tendrían que ingresarse entre el 21 de diciembre y el 13 de enero de 2016 en una cuenta de la Caja Rural de Jaén. En las negociaciones tuvo un papel principal Fran Anera, el ahora director del Área de Desarrollo de Negocio del club, que a través de periodistas egipcios puso en contacto a Teruel con el empresario.

Al menos en dos ocasiones viajó la delegación jiennense para cerrar un acuerdo que suponía dotar a la entidad de una liquidez económica de la que ahora carece. La compra de los derechos sobre las acciones del club, sin embargo, se frustra, de momento, al incumplirse una de las cláusulas. No obstante, ninguna de las partes da por rotas las negociaciones y el equipo de Teruel da un margen hasta finales de mes para resolver esta situación. La carta económica que guardaba el equipo de Teruel era real y las conversaciones se plasmaron en un contrato que detallaba en un plazo muy breve de tiempo los cauces inversores de Khalifa Salam. La imposibilidad de viajar a España del empresario —por problemas con la embajada y el visado de inversor con el que pretendía acudir a Europa y conocer, de primera mano, las instalaciones y el club en el que iba a invertir— no fueron un problema para cerrar un contrato que, de momento, está incumplido. Las comunicaciones, sin embargo, Jaén- El Cairo siguen abiertas y en la noche de ayer los dos firmantes del acuerdo se intercambiaron mensajes y correos. Queda por ver si con final feliz.