Lola Jiménez deslumbra en las audiciones a ciegas

La cantante bedmarense se incorpora al equipo del “coach” Pablo López

17 ene 2019 / 12:00 H.

Soy la reina del drama, todo es un drama para mí... Como no se me gire nadie, me desmayo, me caigo al suelo”, decía la bedmarense Lola Jiménez momentos antes de cantar ante los “coachs” y el público de “La Voz”, el “talent show” de Antena 3 en el que participa la cantante.

Sin embargo, la realidad fue lo más lejano posible a sus temores y le mostró su mejor cara sobre el escenario, al que llegó enfundada en una minifalda negra de cuero, encima de unas plataformas de vértigo y envuelta en una blusa rosa anudada al ombligo, con su característica y larguísima melena y las uñas pintadas de color negro: “Me gusta llamar la atención”, confesó, y añadió: “Mi forma de vestir es mamarrachismo a tope, soy una mamarracha y una hortera”. Y eso que para la madre de la artista, María Dolores, “iba normal”, según le aclaró a la presentadora, Eva González. Desde luego, el “look” de la cantante no invitaba a pensar que apostaría por un “bolerazo” clásico del género —“Nostalgias”— para convencer al jurado en su primera intervención televisada en “La Voz” pero, vistos los resultados, la elección fue acertada.

“Soy Lola Jiménez, tengo veintisiete años y soy de Bedmar, Jaén”, fueron sus palabras de presentación mientras un vídeo la mostraba, divertida, en compañía de su familia y de la presentadora, que se apuntó a un “selfi” con la cantante y los suyos. “Siempre he querido ser una diva y una estrella, en mi casa el espejo está harto de mí”, aseguró la artista, que expuso, momentos antes de cantar, sus sensaciones: “No voy a dejar indiferente a nadie”, manifestó. “Ay, ay lo que va a liar la Lola”, previno González. Lo que pasó después fue un punto de inflexión en la trayectoria de la de Bedmar: público y tribunal boquiabiertos ante el despliegue de poderío vocal y el dominio del escenario de una artista que volvió a sorprender con una actuación desgarrada y plena de matices, emocionante. De ahí que Pablo López no lo dudara y, en los primeros compases, optara por girarse y bloquear a sus compañeros de jurado, completamente entregado a la calidad de la bedmarense: “Eres perfectamente imperfecta”, le dijo López. Precisamente a este “coach” escogió Jiménez a la hora de elegir equipo, y eso que Paulina Rubio la tentó. Sin embargo, la bedmarense prefirió al malagueño, con el que, finalmente, se fundió en un abrazo tras recibir elogios de todos y cada uno de los miembros del tribunal y un gran aplauso del público: “No me lo creo”, concluyó Lola Jiménez.