El tributo único y especial al amor de West Side Story

Más de un centenar de alumnos de la academia de música y danza Antonio Soler rindieron su particular y el más especial de los tributos a los puertorriqueños “sharks” y a los europeos “jets”, las dos bandas callejeras que se disputan el reinado en un barrio del nueva York que recrea West Side Story, el musical de los años 60, protagonizado por Natalia Wood y Richar Beymer, entre otros artistas.

José Manuel Castro, de 14 años, y Patricia Márquez , con solo 10, fueron los protagonistas de una representación en la que quedaron patentes la habilidades musicales y artísticas de todos los alumnos de la academia.

El respaldo del público en obras realizadas en años anteriores motivó que Eva Soler, con la ayuda de Estefanía Martínez, elaborara un guion para la nueva apuesta de la escuela avalada por el talento y la profesionalidad de sus alumnos, a pesar de que algunos de ellos solo tienen tres años, y que con la banda sonora del la película como telón de fondo, continuó con la tradición de la escuela de representar historias inventadas por ellos mismos. Sin embargo, la ganas de arriesgar y apostar por una idea diferente llevaron a los estudiantes a subirse al escenario del Teatro Infanta Leonor para demostrar que se atreven con cualquier género.

Con ganas de sorprender al público y en busca de una historia de amor, apostaron por la de West Side Story y nuevamente por el talento innato de los estudiantes, a pesar de las dificultades de trabajar con niños tan pequeños. No obstante, su corta edad, no les impidió dedicar dos sesiones más de ensayos — a las dos habituales— que comenzaron con entusiasmo, el pasado octubre.

Ayer no solo brillaron los alumnos, también los profesores. Concretamente, Sara Esther Rivilla acompañó a sus estudiantes sobre el escenario con las adaptaciones de dos temas originales del musical. De la unión de aprendices y expertos resultó una representación que, de momento, no se volverá a repetir por la preparación de los números de fin de curso. El espectáculo fue único y exclusivo en momentos y recuerdos.