Lunes Santo de faroles y tulipas

La Virgen de Gracia y el Cristo de la Pasión congregan a cientos de devotos

16 abr 2019 / 16:14 H.

Los ubetenses viven intensamente su Semana Santa. Tanto es así que abarrotaron las principales calles del casco antiguo para reservar sitio y poder disfrutar de las dos hermandades que procesionan en la noche del Lunes Santo, Nuestra Señora de Gracia y el Santísimo Cristo de la Pasión.

Fue una jornada de oración, recogimiento, pasión, costal y de trabajadera. De esta forma realizan sus estaciones de penitencia ambas cofradías por las callejuelas empedradas del casco histórico, que contribuyen a hacer más hermoso su procesionar, por la belleza de las plazas y los rincones de su itinerario y por la dificultad que encuentran en conocidos tramos del recorrido.

A las nueve y cuarto de la noche, por la puerta principal de la Basílica Menor de Santa María de los Reales Alcázares, asomaba majestuosa la “Reina” del Lunes Santo, la Virgen de Gracia, precedida por la Cruz de Guía y una hilera de faroles, portados por los hermanos de la cofradía, que iniciaban su estación de penitencia.

Se trata de una imagen que, como cada año, es llevada en “volandas” sobre las cervices de sus hijos costaleros, delicadamente iluminada por la candelaria y acompañada por las marchas que interpreta la Sociedad Filarmónica de Nuestra Señora de Gracia.

Calvario. Muy cerca de la monumental plaza Vázquez de Molina, concretamente desde el Real Monasterio de Santa Clara, comenzó su recorrido el cortejo procesional del Cristo de la Pasión. Talla que representa a Cristo reflexivo sentado en el Calvario mientras espera su muerte, portada a costal sobre canastilla por veinte hermanos, en absoluto silencio e iluminado por la luz tenue de las tulipas caladas de barro cocido.

Son muchos los ubetenses que atajan por las callejuelas del casco histórico para ver a estas dos cofradías que, a pesar de ser relativamente jóvenes, han sabido calar en la ciudad. Así, muchos acuden a ver encerrarse a la Virgen de Gracia ya de madrugada y otros acompañan en silencio al Cristo de la Pasión en su procesión.