El exchófer acusa a Guerrero en el caso de los ERE fraudulentos

Declara que el exdirector era quien “podía dar o no” las ayudas y sin ningún control

23 may 2018 / 08:28 H.

Francisco Trujillo Blanco, quien fuera chófer del exdirector general de Trabajo y Seguridad Social de la Junta Francisco Javier Guerrero entre los años 2003 y 2007, aseguró que este era quien “podía dar o no” las ayudas sociolaborales a trabajadores y a empresas en crisis en los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos y sin ningún tipo de control.

Trujillo declaró como testigo en el juicio que celebra la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla contra 22 ex altos cargos de la Junta, entre ellos Guerrero, por el procedimiento específico por el que se concedían las citadas ayudas en los ERE. El tribunal le informó de que podía no contestar a algunas de las preguntas que se le formularan por las partes toda vez que está investigado en piezas separadas de los ERE y encausado en otra.

En concreto, Trujillo, junto a Guerrero, será juzgado, también por la Sección Primera de la Audiencia, en la pieza separada de los ERE en relación a las ayudas por importe de 1.475.028,01 euros que le concedió el ex director general de Trabajo y parte de las cuales habrían ido destinadas a la compra de cocaína, copas y antigüedades, siendo acusados por presuntos delitos de falsedad en documento oficial, prevaricación, malversación, tráfico de influencias y asociación ilícita. Por estos hechos, la Fiscalía Anticorrupción pide 14 años de cárcel, 30 años de inhabilitación y el pago de una indemnización de 1.475.028,01 euros para Guerrero y su exchófer. A preguntas de la Fiscalía, Trujillo consideró que “tenía una relación de amistad” con Guerrero, quien le “comentó” que tenía un programa de ayudas sociolaborales. “Me dijo que era él quien tenía que darla o no darla”, afirmó.

El representante del Ministerio Público preguntó a Trujillo si Guerrero le comentó que podía darlas —las ayudas— sin ningún tipo de control y el exchófer afirmó: “Me lo comentó”. De otro lado, el exchófer del ex director general de Trabajo indicó que llevó a este a reuniones “a la Consejería de Presidencia, Economía y Hacienda, Innovación, Empleo y al Instituto de Fomento de Andalucía (IFA)”, posterior Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA), ente encargado de materializar el abono de las ayudas investigadas en virtud del convenio marco firmado en julio de 2001 entre la Consejería de Empleo y el IFA por el que la Consejería le allegaba fondos del programa presupuestario 31L a través de transferencias de financiación a IFA para el pago de las mismas.

Según continuó, Guerrero le hizo “referencia en dos ocasiones” a que iba al Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta, a reunirse con el exconsejero de Presidencia Gaspar Zarrías, encausado en este procedimiento. “De una de ellas salió enfadado”.