Un adelanto del próximo otoño

El agua anega viviendas y carreteras en Alcalá la Real, Mancha Real y La Guardia

15 sep 2018 / 11:20 H.

De una mañana soleada y calurosa propia de la temporada estival ya tardía se pasó, en cuestión de tan solo unas pocas horas, a una tarde de lo más otoñal. De hecho, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ya avisó de la activación, a las 14:00 horas y hasta la medianoche de ayer, del aviso amarillo por precipitaciones acumuladas en una hora que podrían superar los 20 litros por metro cuadrado, así como de tormentas en comarcas de todas las provincias de la comunidad autónoma andaluza.

Uno de los municipios más afectados por las intensas precipitaciones que se registraron a primera hora de la tarde fue Alcalá la Real. En concreto, se contabilizaron 29 litros por metro cuadrado entre las 15:00 y las 15:30 horas —llegaron a los 37,2 en la aldea de La Charilla—, que provocaron la anegación de viviendas y locales comerciales de las calles Vereda del Carmen, Industria y Cooperativa, que se encuentran ubicadas en las inmediaciones de Condepols. “Esta es la cuarta vez que se nos inunda en lo que va de año”, manifestó, indignado, uno de los residentes en la última de las vías. De hecho, tal y como recordó, los vecinos elevaron las quejas en diferentes ocasiones a la administración local e, incluso, recogieron más de un centenar de firmas con el principal objetivo de solicitar el cambio y mejora de las canalizaciones. “El actual saneamiento no es capaz de evacuar las riadas y, además, la topografía del terreno facilita las balsas. La solución sería colocar un colector mucho mayor. Y eso no precisa de grandes cantidades de dinero. No sabemos por qué no lo hacen”, recriminó.

Así las cosas, y después de un verano en el que esperaban ver cumplidas sus reivindicaciones, una veintena de residentes en el área del sudoeste de Alcalá la Real revivieron la misma estampa, por lo que tuvieron de nuevo que afanarse, con escobas, fregonas y todos los utensilios que encontraron a su paso, para retirar el barro del interior de sus casas. Baños o patios presentaban una imagen lamentable, con todo tipo de objetos por los suelos o que, incluso, flotaban, y bajo un manto de agua que lo cubría todo. “Lo peor es que en esta zona se encuentra mucha gente mayor, y de hecho una de las vecinas cuenta con 96 años, y tiene que pasar por esto cada vez que llueve, aunque no sean muy fuertes las precipitaciones, puesto que ayer apenas se registraron 29 litros por metro cuadrado”, lamentó el vecino. En este sentido, el vecindario alerta de que antes las avenidas solo se producían cuando había lluvias muy copiosas y persistentes, mientras que ahora basta con que haya una tormenta de pocos minutos para que la riada amenace sus hogares, sus bajos y sus cocheras, con la consiguiente inquietud.

En el caso del municipio de Valdepeñas, en tan solo 75 minutos se registraron 29 litros por metro cuadrado entre las 17:30 y las 18:45 horas. También en Pegalajar la intensidad de las aguas hicieron correr auténticos ríos por las calles del municipio, sin que se registraran incidencias.

Donde sí lo hicieron, según explican desde el servicio de Emergencias del 112 Andalucía, fue en el municipio de Mancha Real. En concreto, en torno a las 17:15 horas se registraron dos anegaciones en el municipio. Dos cuestiones “muy puntuales”, concretan desde el servicio de emergencias, que se registraron sobre todo en viviendas y en una de las carreteras que dan acceso al municipio. Lo que sí es cierto es que muchos fueron los vecinos que colgaron sus vídeos en las redes sociales, y en ellos se veían las grandes acumulaciones de agua que se dejaron sentir en algunas de las calles del municipio. Aun así, según explican desde el 112, la limpieza de las zonas afectadas fue rápida.

También en la N-323, en la carretera de acceso al municipio de La Guardia, en concreto en el kilómetro 46, se formaron grandes bolsas de agua en la calzada que requirió de los servicios de mantenimiento de carreteras. Aun así, no fue necesario el corte de la vía. En el caso de la capital, pese a los rayos y truenos que a primera hora de la tarde hacían presagiar lo peor, y tras unas ligeras precipitaciones, la tarde y noche, hasta el cierre de esta edición, fue tranquila y se sucedió sin incidentes destacables. De hecho, y quizás entre los ejemplos más reseñables, estuvo la acumulación de barro, ramas y hojas procedentes de los árboles en la antigua carretera de Granada.