La angustia de huir del fuego

Cinco personas resultan heridas en el incendio de un inmueble en San Juan

08 nov 2018 / 11:07 H.

Eran poco más de las diez y media de la mañana cuando sonaron las primeras voces de alarma: “¡Fuego, fuego!”, gritó uno de los residentes del bloque de viviendas ubicados en el número 33 de la calle Hornos Negros, mientras salía en busca de aire. Él fue una de las personas que pudo escapar por su propio pie del infierno en que, en pocos minutos, se convirtió el inmueble. No obstante, sus vecinos de la segunda planta quedaron atrapados, sin poder salir. Una de ellas, literalmente, saltó desde el balcón, situado a unos tres metros y medio de altura. Resultó herida con fracturas en las piernas. Sus tres familiares tuvieron que ser rescatados por miembros de la Policía Local y por unos trabajadores de una compañía eléctrica que realizaba labores de mantenimiento en la zona. Uno de los operarios también resultó herido de consideración durante ese angustioso rescate tras caérsele encima uno de los vecinos, al que trataba de sacar de la vivienda. En total, fueron cinco las personas atendidas por los servicios sanitarios y trasladadas al Hospital Neurotraumatológico. También fue necesario desalojar a los alumnos del colegio San Vicente de Paúl, ubicado en la parte trasera del edificio incendiado. Los hechos ocurrieron en la calle Hornos Negros alrededor de las diez y media de la mañana. Las primeras hipótesis apuntan a que el fuego se produjo como consecuencia de la deficiente combustión de un brasero, tal y como indica el jefe del Parque de Bomberos de Jaén, Manuel Escudero. Las llamas comenzaron en el salón del primer piso y se propagaron con mucha rapidez. No obstante, los residentes de esa vivienda pudieron abandonar el domicilio por su propio pie. A sus vecinos del segundo piso no les dio tiempo y quedaron atrapados en su hogar. En concreto, cuatro personas se refugiaron en el balcón, ya que la densa humareda apenas los dejaba respirar. Para entonces, el fuego ya había calcinado la primera planta y las llamaradas salían por la ventana exterior del edificio. La situación fue dramática. De hecho, una de las mujeres que estaban en el balcón decidió lanzarse al suelo para ponerse a salvo. Se causó fracturas en las piernas. Una patrulla de la Policía Local que llegó al lugar organizó una evacuación de emergencia. Utilizaron la escalera portátil que facilitaron los operarios de una compañía eléctrica que estaban trabajando en la zona. Se colocó la escalera encima de la furgoneta de trabajo para ganar altura y facilitar las labores de rescate. La idea es que los vecinos atrapados en el balcón pudieran abandonar el piso por ahí. Sin embargo, mientras realizaba ese trayecto, una de esas personas, un varón con un peso cercano a los 200 kilos, se desequilibró y se precipitó sobre uno de los trabajadores que estaba colaborando en el rescate y auxiliando a los residentes que ya habían podido salir. El operario salió despedido del techo del vehículo y cayó a plomo sobre la acera. Se golpeó la cabeza contra el bordillo. Fue trasladado al Hospital con un fuerte traumatismo craneoencefálico, si bien, en un primer momento, estaba consciente, tal y como confirman fuentes policiales. Mientras, el vecino se quedó tendido en el techo de la furgoneta, también malherido. Fueron necesarias más de diez personas para poder bajarlo. Los cinco heridos fueron trasladados al Hospital Neurotraumatológico, con heridas de diversa consideración. De forma simultánea, las dotaciones de Bomberos desplazadas en el lugar consiguieron extinguir el fuego y trabajaron en las labores de extracción del humo. También consiguieron salvar la vida a dos perros, que se encontraban en el interior de los pisos. El piso donde se originaron las llamas quedó destruido. La Policía Nacional, que también se desplazó hasta el lugar, investiga las causas que provocaron este terrible incendio. Alrededor de las doce de la mañana, los alumnos del colegio pudieron volver a las clases. Los vecinos del barrio lamentaban que el mal estado en el que se encuentran las calles impidió a los servicios de emergencia acceder con rapidez hasta el lugar de los hechos. Es más, los heridos tuvieron que ser trasladados en camillas hasta las ambulancias, que se quedaron a más de 300 metros de distancia. Al cierre de esta edición, dos de los heridos recibieron el alta y los otros tres permanecían en Observación.