La accesibilidad está lejos de ser una garantía para los jiennenses

Aspaym señala que muchos negocios incumplen las exigencias mínimas

22 oct 2018 / 11:56 H.

La accesibilidad a muchos establecimientos en Jaén para las personas con discapacidad o movilidad reducida está lejos de estar garantizada. Carlos Linares, presidente de la Asociación de Personas con Lesión Medular y otras Discapacidades Físicas (Aspaym), advierte de que hay una gran cantidad de negocios que no cumplen con la ordenanza vigente con respecto a la accesibilidad en los mismos y se lamenta de que esta situación no se controle con mayor rigor en la capital jiennense.

Así, Linares recalca que, respecto a los edificios privados y negocios, parece que ahora se dan licencias para abrirlos “sin revisar la accesibilidad de los mismos”. Según explica, la Ordenanza Municipal de Accesibilidad, incluso el Decreto Ley de la Junta Andalucía, obliga a que, ya sea licencia nueva o de reforma, se tiene que tener en cuenta la normativa para su concesión. “En los últimos meses, hemos visto como se han abierto negocios en los que se inauguraron a prisa y corriendo y nadie se ha dado cuenta de que se abrió (incluso con una licencia) sin ninguna accesibilidad para las personas con discapacidad o movilidad reducida”, subraya Carlos Linares. Entre las algunas de las exigencias mínimas que se recogen en el Documento Técnico sobre el Decreto Andaluz de Accesibilidad, están, en primera instancia, el acceso al interior, el cual debe estar “al mismo nivel de la cota exterior siempre que sea posible. La entrada se comunicará, al menos, con un itinerario accesible fácilmente localizable y con las plazas de aparcamiento situadas en el exterior del edificio”. Asimismo, el documento también contempla la exigencia en la comunicación entre cada planta y no se considera “parte de un itinerario accesible a las escaleras mecánicas, rampas mecánicas, tapices rodantes, a las puertas giratorias, a las barreras tipo torno y a aquellos elementos que no sean adecuados para personas con marcapasos u otros dispositivos técnicos”. Respecto a los aseos, apunta que deben contener un lavabo y un inodoro entre los que no haya obstáculos, no barrido por las puertas, y comunicado con un itinerario accesible, donde se pueda inscribir una circunferencia de 1,50 metros de diámetro. Por otro lado, según la Ordenanza Municipal, y aunque el presidente de la asociación pide un mayor control por parte del Ayuntamiento en las obras privadas que se realizan en la capital, el documento indica que, desde la Oficina Municipal de Accesibilidad, se “realizará el control en accesibilidad únicamente de las obras municipales que se realicen mediante proyecto”.

Respecto a los edificios públicos, Carlos Linares afirma que la gran mayoría de ellos están bien adaptados para las personas con discapacidad y movilidad reducida. Eso sí, señala que hay algunos que cumplen la normativa “por los pelos”. El principal problema que Linares destaca es que solo se tiene en cuenta la discapacidad física, pero “en ninguno de ellos se contempla la discapacidad visual, auditiva o cognitiva”. “Por desgracia, esto no solo ocurre en Jaén, sino que esta situación se da también en muchas capitales de provincia que tienen organismos públicos. Ellos hacen una rampa, se puede entrar y ya se piensan que el edificio está adaptado, pero no es así”, dice. Respecto a esto, Linares confiesa que, desde que Aspaym empezó a funcionar, observa que hay un gran interés por parte del Ayuntamiento en mejorar dentro de esta materia en la capital.

Demanda de más atención a personas invidentes

Una de las demandas que hacen desde Aspaym es la necesidad de tener en cuenta otras discapacidades como la visual, sobre lo que afirman que hay muy pocos espacios adaptados en Jaén. “El pitidito, como nosotros le decimos, por desgracia, no lo tienen en la mayoría de las calles de la capital y esto ya no solo pasa en los semáforos”, apuntan desde la asociación. Así, exponen que, en la gran mayoría de los rebajes de los acerados, no se utilizan baldosas podotáctiles (sistemas que advierten a las personas invidentes o con poca visibilidad de que se encuentran en un cruce de calle). “Hay muchas zonas que sí las tienen puestas, pero también es cierto que hay otras que no. Además, creo que, en el Paseo de la Estación, que es toda la zona nueva del tranvía, se ha suplido por adoquines. Lo cual tampoco entra mucho dentro de la legalidad vigente”, comenta Carlos Linares, presidente de la asociación.

La siguiente parada,
un análisis del Bulevar

El Bulevar será el segundo barrio que analice Aspaym, que comenzará el estudio la semana que viene. Según detallan desde la asociación, es de los más accesibles de la capital, pero también tiene bastantes problemas “porque es de obra nueva y no se ha respetado lo que dice la ordenanza de accesibilidad respeto a rebajes, altura de escalones o las paradas de autobuses (que están fuera de las aceras y no hay ningún tipo de acceso para las sillas de ruedas)”. Es decir, que, a pesar de ser uno de los barrios más nuevos de la capital, también presenta las deficiencias de los más antiguos. Desde la asociación declara que con la realización de este informe del estado del Bulevar no buscan “hacer daño” al barrio o la Administración local y sostienen: “Esto es una cosa que se tiene que hacer y queremos que se tengan en cuenta en las intervenciones que lleve a cabo el Ayuntamiento”.