El aceite del extranjero enrarece los mercados

Las importaciones crecen a la vez que cae la exportación

01 sep 2018 / 12:55 H.

El aceite de oliva que llega desde el extranjero sirve para enrarecer los mercados. Los operadores ven cómo en provincias o, incluso, en fábricas en las que no debería de existir producto, ya que han mantenido un importante nivel de ventas que les habría permitido liquidar su cosecha, en cambio, siguen con existencias. Esto solo se explica desde el punto de vista que salen a comprar a otros países y el género lo proyectan al mercado interior o a los internacionales. De ahí que algunos operadores coincidan a la hora de señalar que el mercado está bastante raro.

Además, esto se une a que las exportaciones no funcionan como antes. La corta cosecha ha limitado la necesidad de enviar producto fuera de las fronteras, por lo que la comercialización internacional ha bajado. Solo hay que mirar la infografía que acompaña a esta información para constatar que la compra de aceite de oliva del extranjero se ha disparado —respecto a la campaña anterior—, mientras que las exportaciones bajan y ya se encuentran a una distancia considerable de los parámetros del ejercicio pasado.

El Análisis. La Federación Española de Fabricantes de Aceite de Oliva (Infaoliva) afirma: “Con estos datos podemos observar, después de compararlos con los de la campaña anterior, el incremento de la importaciones en 60.700 toneladas, lo cual es casi un 80% más que el año anterior respecto al año anterior. En cuanto al mercado española, prácticamente es igual que en la campaña 2016/2017. Sí se observa un retroceso en la exportaciones de 86.400 toneladas, que, si le añadimos las 60.700 de importaciones, nos pueden dar una idea de que hayamos tenido un mercado extraño”. Además, la federación que representa a los fabricantes de aceite de oliva de España añade: “En cuanto a las existencias de este mes, tenemos 383.200 en almazaras, 11.800 en el Patrimonio Comunal Olivarero y 179.300 en poder de los envasadores. Esto nos hace que contemos con un aceite de oliva disponible de 574.300 toneladas. Si se extrapolan los datos de meses anteriores, podríamos llegar con un enlace de campaña de mas menos 350.000 o 370.000 toneladas”.

En cambio, existe una cuestión que se debe tener en cuenta. Los mercados a los que acudir para comprar aceite de oliva, prácticamente, han agotado las existencias, por lo que, si se mantiene el ritmo de comercialización —algo que parece lógico—, se verá cómo se incrementan las operaciones en la provincia jiennense, que tampoco marcha nada mal en el capítulo de salidas. De hecho, los operadores de esta tierra son los que más han acudido a los mercados internacionales para comprar zumo de la aceituna. Saben que la caída en la producción no puede conllevar una pérdida de presencia en los mercados internacionales. Si ellos no tienen aceite de oliva, seguro que habrá otras empresas de distintos países que acudirá para cubrir esa necesidad. Por eso, se han afanado para suministrarle el producto y así evitar que otros negocios ocupen su cuota de mercado.