81.299 jiennenses se marchan de su tierra por culpa de un trabajo

La mayoría vuelve, aunque 3.191 decidieron hacer vida lejos de Jaén

12 nov 2018 / 11:46 H.

Jaén es una de las provincias españolas que más mano de obra exporta a otras zonas de España. Lo hace por la estructura social y económica. Su actividad depende —más aún después de la depresión económica— del olivar, que no ofrece trabajo durante los 12 meses del año. Por eso, cuando aquí no hay nada, miles de personas están obligadas a marcharse a otra provincia en busca del sustento de la familia. Ahora llegan los meses en los que la mayoría de los trabajadores de esta tierra ya están en sus pueblos. La campaña de la aceituna será buena y la Consejería de Agricultura, a través del Aforo Oficial de Aceite de Oliva, augura que se repartirán alrededor de 4,5 millones de jornales entre finales de noviembre, diciembre, enero y algo en febrero. Pero, después, todo esto se acabará y faltará actividad para la mano de obra que hay en esta tierra. Por eso, habrá que salir en busca de actividad laboral a otro territorio.

Un estudio realizado por la empresa de recursos humanos Randstad a través de los datos del Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE) revela que 81.299 hombres y mujeres de Jaén salieron durante el último año fuera de la provincia por culpa del trabajo, es decir, porque no tenían un contrato laboral aquí y tuvieron que marcharse fuera para conseguirlo o porque en otro territorio se le brindaron unas condiciones bastante mejores. Esto hace que la tasa de movilidad de Jaén sea del 14%, es decir, una de las más altas de Andalucía, junto con Almería, con un 17,2%, y Córdoba, con el 14,1%. Precisamente, estas tres provincias cuentan con el denominador común de que la agricultura es el pilar fundamental de su economía, lo que hace que su mercado laboral tenga mucha temporalidad y que se den picos de alta cantidad de empleo y otros en los que la gente o se va o se tiene que quedar en el pueblo “con las manos dentro de los bolsillos”. En cambio, hay otras, como Málaga y Cádiz, que tienen un tejido económico mucho más consolidado e inestable, por lo que la movilidad de sus trabajadores es baja. No hay duda de que para incrementar la estabilidad laboral y parar el éxodo de trabajadores en una provincia con pujanza agrícola solo hay que alentar la agroindustria, es decir, que el trabajo vaya más allá del campo y que se pongan en marcha productos elaborados y estrategias para su comercialización.

El retorno. Buena parte de los trabajadores que se marchan lo hace en campañas muy específicas, como la vendimia, la manzana o las posibilidades que dan las costas durante la temporada de verano. Esto hace que las personas se marchen durante unos meses y vuelvan para la aceituna. Precisamente, de los 81.299 trabajadores que se van, 78.108 vuelven a regresar a la provincia —también se computa dentro de esto grupo los asalariados que llegan porque ven oportunidades laborales aquí—. De esta manera, el saldo de movilidad muestra que 3.191 trabajadores se marcharon el año pasado y decidieron hacer vida fuera de la provincia, es decir, que actualmente no se plantean volver.

La contratación temporal es uno de los principales problemas a los que se enfrenta el tejido productivo jiennense frente a la salida de trabajadores. También influye mucho la cuestión salarial, ya que los sueldos son de los más bajos del país, algo que resulta determinante para hacer la maleta.

Expectación ante los exámenes para el SAS

Cientos de jiennenses se desplazaron hasta Sevilla para afrontar una prueba decisiva para su futuro laboral. Hubo 4.576 personas en los exámenes de la Oferta de Empleo Público del Servicio Andaluz de Salud (SAS), una cifra que equivale al 55,9% de los aspirantes llamados a examen inicialmente.

En concreto, participaron en estas pruebas, que corresponden a la Oferta de Empleo Público 2016 y de consolidación, 2.910 personas en la categorías de Personal Administrativo —un 41,50%—, 551 en cocinero —un 76%—; 1.113 en trabajador social —un 61,875—, además de dos en la categoría de pinche, que tenían la prueba aplazada por parto. Las pruebas se celebraron con normalidad en turno de mañana y tarde en las facultades de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla. Las distintas Ofertas de Empleo Público del Servicio Andaluz de Salud han supuesto la convocatoria de cerca de 29.000 plazas para profesionales que consolidarán su situación laboral, según destacan desde la Junta. Como en convocatorias anteriores, la primera prueba, de carácter teórico, ha consistido en la realización de un cuestionario de 100 preguntas tipo test —más tres de reserva— con cuatro respuestas alternativas.

La segunda prueba fue un cuestionario práctico de 50 preguntas tipo test con cuatro respuestas alternativas, adecuado a las funciones propias de la categoría a la que se aspira y relacionado con el programa de materias. En la web del SAS, en el apartado de “profesionales”, pueden consultarse todas las novedades.