Vandalismo en la ermita

Un acto vandálico sin mayor trasfondo ni doble lectura o, por contra, un posible “atentado” contra el simbolismo y la representatividad propios de la fe cristiana y la religión católica, en una jornada tan señalada el mismo día de Navidad. Esta es la disyuntiva que se cierne sobre el lamentable episodio ocurrido, ayer por la mañana, en el santuario de la patrona de Linares, la Virgen de Linarejos, donde un vecino se encontró, completamente destrozada, la figura del Niño Jesús del Belén que hay en el altar mayor del señero templo de la ciudad.

La imagen apareció tirada en el suelo, junto a la puerta principal de la ermita, y fue localizada por un feligrés que se topó de lleno con ella, en el momento en que este se dirigía al interior del edificio para visitar a la patrona. Todo apunta a que el suceso ocurrió en torno a las diez de la mañana, una franja horaria de escasa afluencia de personas que, supuestamente, fue aprovechada por el presunto autor del destrozo para acceder, coger la talla y romperla.

“Hoy —por ayer— es un día muy señalado y han ido a romper la figura más simbólica de todas las del belén, por lo que representa. Pienso que esto responde a un trasfondo antirreligioso y anticristiano, porque un acto vandálico se puede cometer de cualquier otra manera y con cualquier objeto, pero destrozar la figura del Niño Jesús ya va más allá, no apunta a cualquier gamberrada”, afirmó Fernando Soto, hermano mayor de la Cofradía de Nuestra Señora de Linarejos Coronada, quien mostró su “malestar” e “indignación” por lo acaecido.

El directivo cofrade lamentó que nadie viera al presunto autor, puesto que tampoco se tienen sospechas de quién podría cometer tal acción. Lo que sí parece evidente es que la persona que destrozó el Niño Jesús “campó a sus anchas” por el santuario, que abrió a primera hora de la mañana, como es habitual cada día, para la celebración de las misas y la exposición pública al culto de la Virgen de Linarejos. “De momento, no ha trascendido que alguien haya podido ver algo. No nos queda más que el berrinche, porque la verdad es que no se contempla tomar ningún tipo de acción legal o denuncia, ya que no sabemos si realmente merecerá la pena hacerlo”, agregó Soto.

La principal figura del nacimiento objeto del destrozo fue gravemente afectada como consecuencia de un hipotético golpe recibido, ya que presentó varias roturas en los brazos y en la cabeza, además de desconchones y grietas. Los pedazos fueron recogidos y depositados en una mesa del interior del templo por parte del vecino que encontró la talla. Acto seguido, el hombre dio el correspondiente aviso a un miembro de la cofradía patronal para alertar acerca del sorprendente hallazgo. Hasta el momento se desconoce la autoría del responsable, puesto que el santuario carece de un sistema de videovigilancia.