Quejas por la suciedad y el fuerte olor del río del ferial

La denuncia social se hace extensible a otros barrios de la ciudad

29 may 2018 / 08:37 H.

Suciedad, mosquitos, fuerte olor y hasta ranas”. Así describe José Luis Navajas, vecino de la ciudad, el estado del arroyo artificial que atraviesa el recinto ferial del parque del Pisar, donde también se ubica el “botellódromo”. “Es lamentable que pasen estas cosas”, afirma entristecido por una situación que se da, según él, porque “solo limpian el riachuelo de feria en feria”, cuando “le echan agua y queda todo muy bonito, pero después es un olvido”.

A este respecto, señala también la “actitud incívica” de las personas, aunque considera que “existe una empresa que se dedica al mantenimiento y la limpieza” de este entorno y “allí no se ve nunca a nadie”. “Limpian la zona del botellón, que es la parte más visible, pero en el arroyo hay mosquitos, bichos y el agua huele muy mal, hay hasta ranas”, confiesa Navajas sobre una estampa, cuando menos, “increíble”, que tiene que soportar cada vez que saca a pasear a sus mascotas en las inmediaciones del Parque del Pisar.

A este vecino le parece una “pena” que la población de Linares no se queje de estas cosas y, sin embargo, sí lo haga con asuntos que él considera menos relevantes. “La gente debería ser un poco más limpia. Estos temas no los miramos y son importantes, no se puede permitir que lo limpien cada vez que se celebra la Feria de San Agustín”, dice con indignación en sus palabras para aludir a una zona que está “dejada”. “Es un riachuelo muy bonito, pero la limpieza y el mantenimiento que se le da es prácticamente nulo”, apunta a la vez que asume la “parte de culpa” que tiene la ciudadanía, en especial los jóvenes cuando van al botellón. Aún así, considera que todos los linarenses “pagan impuestos para que quiten la basura”. “Se juntan las dos cosas, el hambre con las ganas de comer, la gente poco cívica y la falta de limpieza”, subraya Navajas, con tristeza.

En este sentido, le gustaría que el Ayuntamiento “recogiera” toda la suciedad del arroyo porque es una absoluta “vergüenza”. “Es una zona agradable, donde se puede pasear, y da mala imagen a los visitantes. Por eso no hay tanto paso por allí, hay muchos bichos y es penoso”, señala en una queja que no solo es exclusiva de esta zona. “Hay otros parques, sobre todo a las afueras de Linares, que da pena verlos”, destaca.

Así, Navajas indica: “Todos los vecinos tienen derecho a que sus zonas estén limpias, y no solo el Paseo de Linarejos, Santa Margarita o la Plaza Colón”. En definitiva, denuncia que “no deben existir vecinos de primera y otros de segunda” y que los ciudadanos en general tienen derecho a que las zonas comunes de sus barrios estén “en buenas condiciones”. “No soy de Linares, pero me trasladé cuando tenía solo un año y la considero mi ciudad, por eso me da pena ver el estado de algunas zonas”, indica este vecino sobre esta “mala situación” y confía que el Ayuntamiento “ponga solución lo antes posible”.

El “vandalismo” ocasiona daños en el casco antiguo
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Parte del mobiliario público de la calle Alonso Poves, en pleno corazón del casco histórico de la ciudad, amaneció con claros signos de vandalismo. Una papelera que normalmente se encuentra anclada en el muro de piedra del colegio Sagrado Corazón amaneció en el suelo y completamente vacía de contenido. Además, uno de los bolardos metálicos que separan el acerado de la zona por donde transitan los vehículos también apareció semiarrancada del suelo. Los destrozos no se extienden a más calles del casco antiguo, una zona en la que no es habitual que se den esta clase de actos vandálicos que perturban la convivencia vecinal del barrio. En este sentido, la ciudadanía no comprende la diversión que se enmascara detrás de estas actividades, que no hacen otra cosa que ensuciar la imagen del centro de la ciudad.