Mejoras en la accesibilidad y la calidad de vida de los mayores

Macrosad y Ageing Lab exponen los beneficios de su proyecto de prevención

24 sep 2016 / 11:44 H.

Mejorar, a través de herramientas y acciones basadas en la formación y la prevención, la accesibilidad universal de los hogares de todas aquellas personas dependientes que son usuarias de los servicios de atención a domicilio. Ese el principal objetivo que persiguen Macrosad y la Fundación Ageing Lab, que impulsaron el diseño e implantación del proyecto piloto Agente de Entrenamiento Preventivo (AEP). Una iniciativa que, para su puesta en práctica, precisó del trabajo colaborativo tanto con auxiliares como con usuarios de Macrosad en Linares y Baeza.

Este proyecto, que contó con la financiación de la Obra Social de La Caixa y el apoyo de la Diputación Provincial de Jaén y los ayuntamientos linarense y baezano, permite que se reduzca de forma considerable el número de caídas de personas mayores en sus hogares, según la presentación de los resultados obtenidos que se celebró en el edificio del Pósito. Un acto en el que estuvieron presentes usuarios y cuidadores, así como la diputada provincial de Bienestar Social, María Eugenia Valdivielso, y la concejal del ramo en Linares, Laura Berja.

“Esta idea conjunta nació con el fin de evitar que los mayores se caigan menos, ya que es un problema muy importante desde el punto de vista epidemiológico e incluso económico. Cuando una persona mayor se cae y se rompe una cadera se crea un desorden inmediato que afecta a varios ámbitos. Por eso vimos que las auxiliares a domicilio podían ser a la vez agentes de prevención. Si las entrenábamos con una formación adecuada para evitar y prevenir caídas, podríamos reducir o eliminar ese efecto”, indicó Alfonso Cruz, presidente de la Fundación Ageing Lab.

El estudio determinó, entre otras conclusiones, que el 33 por ciento de los mayores usuarios del servicio de ayuda a domicilio sufre caídas en el hogar, y el 67 por ciento de forma reiterativa, lo que demuestra que la mayoría no dispone de un entorno adaptado a sus necesidades. “Colaboramos en el desarrollo de esta buena practica para mantener la autonomía de las personas mayores en su hogar. Hemos sido campo de pruebas para que las personas que trabajan con dependientes adquieran nuevas destrezas y conocimientos que, a su vez, permiten reducir costes al sistema social y sanitario”, afirmó Andrés Rodríguez, director general de la empresa Macrosad. Para llevar a cabo el proyecto se seleccionaron a diez auxiliares de ayuda a domicilio de Linares, que intervinieron con veinte usuarios, y cinco auxiliares de Baeza, que trabajan con diez dependientes. Después de recibir la pertinente formación, las auxiliares aplicaron, en los hogares de los usuarios participantes, los conceptos aprendidos. Además de los aspectos ya referidos, los resultados del estudio arrojaron la existencia de hasta noventa problemáticas encontradas, entre las que cabe destacar la intervención por la necesidad de ayudas técnicas (38 por ciento), seguido del exceso de mobiliario en el domicilio (19 por ciento). Gracias a esta labor emprendida por Ageing Lab y Macrosad se logró un impacto positivo en la vida de las personas usuarias, mejorando así la calidad en la atención.

“La investigación es fundamental para poner en marcha mejoras en la implantación de cualquier actuación que modifique el servicio”, señaló la concejal Laura Berja para valorar los fines alcanzados por parte de este proyecto piloto.