Manuel Ceacero refleja su fe y amor a la Virgen en su pregón

El exaltador de las hermandades de Gloria emociona al público con su discurso

03 abr 2016 / 10:38 H.

La Virgen María tuvo mucho que ver en los momentos más señalados de su vida y así quedó reflejado en su pregón. El joven sacerdote linarense Manuel Ceacero Sierra llenó de vivencias, fe, devoción y emoción cada rincón del Auditorio Municipal del Pósito. Y lo hizo gracias a su intervención en la Exaltación de Hermandades y Cofradías de Gloria, la cual protagonizó con un bello y ameno discurso. Este acto, organizado por la Agrupación Arciprestal de Hermandades y Cofradías de Linares, cumplió su segunda edición y supuso el inicio de los actos propios del tiempo de las Glorias de la Virgen en la ciudad linarense.

“Este pregón va dirigido, en forma de alabanzas y piropos, a María porque Ella fue muy importante para mí. Mi vida está muy unida a la Virgen, ya que la puse en sus manos al entregarle mi devoción y vocación como sacerdote, desde el primer momento hasta hoy”, señaló el exaltador, quien está cerca de cumplir su cuarto año de trayectoria como servidor de Dios.

Las voces y los sonidos flamencos del Coro Rociero de la Alegría abrieron el acto de la exaltación mariana linarense, que este año cambió de ubicación con respecto a la primera edición, la cual fue protagonizada por José Antonio Rivero, mayordomo de la Hermandad de la Columna y cofrade muy vinculado con las hermandades locales de Gloria. Tras la actuación de la referida formación llegó el turno para el joven exaltador, quien abrió su intervención con un emotivo recorrido, lleno de “súplica y alabanzas”, por las diferentes advocaciones marianas de las cofradías linarenses de Pasión. A continuación acontecieron el saludo protocolario y los agradecimientos, momento este en el que Ceacero brindó unas bellas palabras a quien ejerció como su presentador, el cofrade Isacio Ocaña, capataz del paso de misterio de la Hermandad de la Oración en el Huerto: “Isacio tuvo mucho que ver, sin él saberlo, en mi vocación como sacerdote, ya que mi amor a la Virgen de Gracia llegó en la lonja de Santa María, gracias a una de sus ‘levantás’”, apuntó el joven Manuel Ceacero.

La exaltación propiamente dicha se articuló sobre las principales vivencias personales de Ceacero en torno a la figura y la devoción hacia la Virgen María. En ese sentido, destacó el grato recuerdo que guarda de su maestra doña Rosario, de la que recibió clases con siete años, así como el fallecimiento de su madre. Precisamente, tanto su progenitora como su amiga Sheila y su prima Rocío Ceacero, fueron cariñosamente mencionadas en el pregón: “Se lo dedico a los tres ángeles que siempre me acompañan”, indicó.

La intervención continuó con las referencias, en verso, a las hermandades y cofradías de la Virgen de Linarejos, patrona de la ciudad, de la Virgen de la Cabeza y de la Virgen del Rocío, cuyos respectivos himnos fueron interpretados, en directo, por los integrantes del Coro Jara y Romero. Asimismo Manuel Ceacero dirigió bellas palabras a los romeros antes de culminar su emotivo discurso con una acción de gracias.

Con este acto, las hermandades de Gloria inician sus actividades y celebraciones en honor de sus respectivas advocaciones. La primera de ellas, El Rocío, cuya nueva junta de gobierno toma posesión hoy, a las 12:30 horas, en Santa Bárbara.