La ciudad mira al pasado para rememorar su época minera

Numerosos vecinos participan en las actividades con motivo de Santa Bárbara

04 dic 2016 / 10:18 H.

Linares vuelve la vista atrás, durante el fin de semana, para recordar y revivir su época de esplendor minero, cuando la explotación del subsuelo suponía desarrollo económico y social para una ciudad que pasó de ser agrícola a eminentemente industrial. Los trabajadores de la mina celebraban, por aquel entonces y durante décadas, la festividad de su patrona, Santa Bárbara, la siempre recordada solo cuando el cielo truena y cuya onomástica se conmemora cada 4 de diciembre. A día hoy, aquella tradición ancestral regresa con fuerza de la mano del Ayuntamiento de Linares, para que la población conozca más acerca de su pasado, su cultura e historia y su patrimonio inmaterial.

Numerosos vecinos de todas las edades participan, de forma activa, en la intensa programación de actividades, iniciativas y propuestas planteadas por la Concejalía de Turismo con motivo del fin de semana de Santa Bárbara. Una festividad que cumple, por séptimo año consecutivo, el firme objetivo de poner en valor la antigua efeméride del patronazgo minero y el duro oficio en los pozos de extracción. Es por ello que los juegos y costumbres de la época, como las anillas o las demostraciones de maderistas, toman un papel protagonista y atraen la atención de linarenses y visitantes.

Un concurso de trivial sobre historia de Linares, en el que participó alumnado de Secundaria y Bachillerato, abrió el nutrido programa de acontecimientos, en el cual se celebraron competiciones de índole deportiva entre centros educativos locales para emular los antiguos torneos que se hacían entre equipos de barrios mineros o patrones y obreros. El grueso de las actividades se concentró en el entorno de la Estación de Madrid, junto al Centro de Interpretación del Paisaje Minero, un rincón lleno de encanto en el que tuvieron lugar actuaciones musicales y la feria del juego. Esta última iniciativa contó con la participación de numeroso público infantil, debido a la puesta en marcha de talleres y atracciones hinchables.

La oferta lúdica se completó con visitas guiadas al referido Museo de la Minería para que los asistentes pudieran conocer, de primera mano, la historia de la ciudad y los orígenes de esta industria, que tuvo su apogeo entre los siglos XIX y XX. En esa línea, los amantes de la geología tuvieron su “parada obligada” en la sexta feria de minerales de Santa Bárbara, para la cual se preparó una exposición de piezas y “tesoros” extraídos de las entrañas de la Tierra, además de herramientas y utensilios que se empleaban para el tajo.

La jornada del sábado arrancó temprano, con la traca inaugural de petardos en honor de la patrona y, acto seguido se inició la yincana histórico-urbana intergeneracional, en la que linarenses y visitantes de varias edades conformaron equipos para realizar una prueba de habilidad y conocimiento que discurrió por el atractivo patrimonio histórico local. Uno de los momentos más atractivos del día fue la exhibición de maderistas, que sirvió para rememorar el antiguo concurso que se hacía sobre este oficio minero. Tras la entrega de premios a los ganadores de las pruebas y juegos, llegó la traca de clausura. Para reponer fuerzas, la gastronomía estuvo presente con tapas de “talega”.