En búsqueda de "la verdad" sobre la muerte de su hijo

Miguel y Mari Carmen son dos padres destrozados por el dolor desde que hace dos años y medio su hijo, de tan solo trece años, falleciera a consecuencia de una meningitis vírica, en el Hospital Materno Infantil de Jaén. Un duro golpe para una familia linarense que aún continúa a la espera de que “se sepa la verdad” de todo lo acontecido en aquellos días. Y es que la batalla judicial emprendida por la vía penal, por parte del matrimonio, se mantiene a la espera de la recepción de más pruebas e informes que, a su juicio, son “innecesarios”.

06 oct 2015 / 10:48 H.

“El perito judicial ratifica hasta por dos veces, mediante un informe, que hubo una vulneración de la lex artis, ya que en las 48 horas previas a la muerte de mi hijo no le habían diagnosticado lo que tenía y se perdió un tiempo importante que influyó en el diagnóstico tardío. No sé qué más pruebas necesita la Fiscalía, pues solicitó otro informe a varias universidades y este no llega”, lamenta Miguel Martos, padre del menor.


El fallecimiento se produjo el 3 de marzo de 2013 debido a una supuesta “negligencia médica”, según defienden los progenitores. De hecho, en la denuncia interpuesta relataron que el médico que atendió de urgencia al pequeño, en el Hospital de San Agustín, cuando presentó los primeros síntomas, confundió las dolencias con un incipiente estrabismo. Una situación que se agrava al darse la presunta circunstancia de que dicho médico “aún estaba de prácticas porque era un MIR que estaba atendiendo sin supervisión”, según indicó Miguel Martos “En Linares no me dijeron en ningún momento que tenía meningitis. El médico que lo atendió le dio el alta sin más. A los pocos días, mi hijo empeoró y ya sí lo derivaron a Jaén donde me dicen que tiene una hipertensión intracraneal benigna, provocada posiblemente por una meningitis”, señaló Mari Carmen Garrido, madre del fallecido. La mujer lamenta que, al contar con un informe judicial favorable, aún no se haya visto luz al caso. “Ese informe cuenta con el visto bueno de un catedrático en Medicina Legal de Granada, pero se niega a declarar por la vía penal. Además, vemos que, entre unos y otros, quieren tapar la verdad, se da un corporativismo que impide que sepamos la verdad de lo que pasó”, agregó.


Miguel Martos hace hincapié en la atención que recibió su hijo durante las últimas horas de vida, así como en los diferentes procesos seguidos por los médicos. Entre ellos, resalta la realización de una punción lumbar que, considera, pudo ser “determinante”. “Cuando se tiene una hipertensión tan grande en la cabeza está contraindicado hacer la punción lumbar porque baja la presión de golpe, se encalla el bulbo raquídeo y viene la muerte cerebral. Según sabemos, se reconoce que se hizo pero no hay nada, ningún documento ni informe que corrobore eso”, indicó el progenitor. La familia solicita la colaboración necesaria de la Justicia y los especialistas en Medicina Legal para esclarecer esta complicada situación, por la que batallan cada día. “Mi hijo tenía 13 años, estaba muy sano y le han roto la vida. La madre está destrozada por depresión y veo que se están riendo de nosotros”, aseguró el padre. El caso, además de en la vía penal, también se encuentra abierta en lo contencioso sin llegar a prosperar.