"Intentaremos volver a la normalidad mientras sale la sentencia final"

"Ahora intentaremos volver a la normalidad lo máximo posible, y continuaremos atentos a las noticias que se vayan produciendo hasta que el Tribunal Constitucional dicte la sentencia final”. El recurso de amparo que presentó, el viernes, sobre las una de la tarde ante el Alto Tribunal era la última vía que tenía Desirée Vicente para intentar paralizar la orden de restitución de su hija Olympia a su padre, imputado por violencia de género en España, dictada por la Audiencia Provincial de Madrid, tras recibir la negativa de los tribunales ordinarios.

27 may 2015 / 10:54 H.

“Y la verdad que no nos lo podíamos creer cuando conocimos que el Constitucional había suspendido de forma cautelar la orden, porque es algo histórico. Nunca había pasado que admitieran a trámite tan rápido un recurso de amparo y suspendiera la ejecución”, manifiesta la madre.

Así, considera que el Tribunal “ha estado a la altura de la institución que es”. La sección segunda apreció, señala en la sentencia, que concurre en el recurso de amparo una especial trascendencia constitucional “porque plantea un problema o afecta a una faceta del derecho fundamental sobre el que no hay doctrina de este tribunal”. Por esto, consideran que dicha ejecución produciría un perjuicio de imposible o muy difícil reparación que haría perder su finalidad al recurso de amparo. Tanto la Audiencia Provincial de Madrid como el Juzgado de Violencia Machista número 11 de la capital tienen diez días desde que se dictó la suspensión para remitir la certificación de las actuaciones correspondientes.

Con respecto a los plazos, una de sus abogados, Almudena Mendoza, apunta que, por lo general, estarían entre los ocho meses y el año y medio para conocer un fallo definitivo, “aunque esos son los plazos habituales, pero viendo que en menos de 24 admitió a trámite el recurso de amparo, desconocemos si actuarán con la misma premura con el resto del procedimiento”.

Un respiro al menos temporal mientras haya un pronunciamiento definitivo, así, para la madre y el entorno de Olympia que desde el miércoles, -cuando agentes de la Policía Nacional se personaron en su domicilio para ejecutar la sentencia y llevarla a un centro de menores mientras el padre llegaba desde Suiza-, han vivido con el corazón en un puño. Si desde entonces ha tenido algo claro es que no pensaba entregar a la pequeña a su padre, que en al menos dos ocasiones se personó en la Comisaría de la Policía Nacional. E, incluso, se expuso la posible detención al contar con una orden de detención internacional por un presunto delito de secuestro de la pequeña Olympia.

Y aunque madrileña (reside con su actual pareja, que sí es linarense y conocido entre numerosos convecinos), Desirée Vicente ha contado con un importante respaldo por parte de la ciudadanía en las diferentes movilizaciones realizadas desde el jueves. A las puertas de Comisaría, en el Pasaje del Comercio, en el colegio donde la pequeña cursa sus estudios, en el partido que el Linares-Deportivo disputó el sábado contra el Castellón o en las redes sociales y a través de la plataforma change.org, contó con el calor y el respaldo de la ciudad.

Un “primer asalto” tras el que han intentado mantener a la pequeña, de cinco años, al margen de la situación. “Lo que siento ahora es alivio, agradecimiento a los magistrados que se han preocupado por mi hija, a mis abogados y a todos los que me han prestado su apoyo, y felicidad pensando en la de mi hija”. Sus esfuerzos se centrarán ahora en que todo vuelva a la normalidad, poco a poco, por lo que intentará que se de la forma más natural posible “y lo vamos a conseguir, porque aquí hay mucho cariño y amor para Olympia”.