Vecinos denuncian continuos robos en las fincas de La Tortilla

Una situación continuada desde hace aproximadamente mes y medio a la que no saben cómo poner remedio. Vecinos de la zona conocida como La Tortilla, por el antiguo emplazamiento minero de la fundición del mismo nombre, ubicada en las afueras de la ciudad, denuncian los continuados robos que sufren en sus fincas y que en las últimas semanas se producen “a diario”. “Empezaron con el tendido eléctrico que le da servicio a la finca desde el transformador, de donde se llevaron 250 metros de tendido de cable, un hilo de seis centímetros, y, con posterioridad, empezamos a notar que faltaban cosas en la casa”, explica Miguel Bruque, uno de los vecinos que se encuentran afectados por estas sustracciones. En este sentido, apunta que, entre el gasto de reponer lo robado y arreglar los desperfectos que ocasionan con este tipo de actos delictivos, los robos le han supuesto más de 7.000 euros.

22 nov 2014 / 09:44 H.


Y es que, después, pasaron al interior de las fincas, relata Bruque: “Entraron donde tenemos el ganado y de ahí se llevaron una grada de discos de un tractor por piezas, porque las paredes eran altas y no podían sacarla entera. Luego un cultivador también desmontado y otro en forma de rodo, los bebederos de las vacas, la instalación de agua, las puertas de hierro de las cochineras y las de separación de los patios. Se metían en el interior y como nadie los veía, cuando tenían listo su paquete se lo llevaban”. Asimismo, los cacos también se hicieron con herramientas de albañilería y las que tenía para trabajar el campo, además de un cuarto de baño entero, un fregadero de acero inoxidable o la lavadora, entre otros elementos. “Dentro hay más cosas que ahora vamos viendo, porque aquello está que parece la cama de una rata: todo removido, tirado, sacado de cajones de una forma que cuando entras te da miedo y ganas de llorar. Incluso te falta el aire”, lamenta Miguel Bruque.
Cuando intentaron poner remedio y dificultar su labor a los presuntos ladrones con una puerta más fuerte, estos se las ingeniaron para, a través de un bajante, acceder al interior por una ventana de madera. En una ocasión, indica el afectado, incluso vio al presunto autor de estos hechos delictivos en el interior de su casa, concretamente en el salón, agazapado en un rincón: “Fuera de la vivienda, como quitamos unas palmeras afectadas por el picudo rojo y las ramas se encontraban amontonadas, tenía el carro de la compra para llevarse los grifos que había desmontado y, como en ese momento no pudo porque lo pillé, madrugó a la mañana siguiente para terminar”. Ese día pusieron una alarma y, por la tarde, intentó acceder de nuevo. “Yo creo que es el cabecilla, pero tiene que haber más gente con él para que le echen una mano con tantas cosas”, manifiesta Bruque, que, asegura, lo conocía de vista, por lo que lo identificó ante la Guardia Civil, donde ha interpuesto las correspondientes denuncias: “De hecho, un día me fijé en él, porque cuando bajaba de la finca lo vi con el carro y pensé que iba a por granadas a las huertas, pero iba haciendo fuerza. Ya sabemos lo que llevaba”. Una situación que se extiende a, al menos, otros cinco vecinos de la zona. “Lo peor es que te quitan cinco pero el destrozo que te hace te cuesta 10, porque rompen más de lo que se llevan”.
Y así, mientras se aclara la situación, que ya ha puesto en conocimiento de la Guardia Civil, que ha incrementado la vigilancia en la zona, lo único que puede hacer es reponer lo que le sustraen y arreglar los daños.