En el corazón de Cástulo

Como cada mañana, el grupo de arqueólogos que trabaja en la campaña de excavaciones puesta en marcha a través del proyecto de investigación Forvm MMX se desplaza hasta el conjunto arqueológico de Cástulo para “desentrañar” lo que la tierra ha preservado durante miles de años. En esta ocasión, los trabajos se han centrado en concluir las investigaciones en el edificio que alberga el conocido como “Mosaico de los Amores” y sus inmediaciones.

15 ago 2014 / 22:00 H.


“Lo que hemos hecho hasta el momento es cerrar el tema del año pasado y, de hecho, hace unos días hemos concluido las intervenciones en la zona junto al mosaico, donde se ha descubierto una arquitectura  —en la zona que se encuentra el edificio— que quizás sería susceptible de acoger otra cubierta”, explicó el coordinador del proyecto, Marcelo Castro. Un planteamiento que todavía tienen que concretar: “Tenemos unas ideas para darle forma y la cuestión sería redactar el proyecto y, una vez que lo tengamos y veamos el presupuesto que precisaría ubicar la cubierta, ver la inversión necesaria y cómo se podría financiar”.
Precisamente, hace unas semanas concluyeron los trabajos en la que recubre el “Mosaico de los Amores”, a través de la que se podrá visitar el hallazgo, considerado por la revista National Geographic como uno de los más importantes del mundo del 2012, durante todo el año. Hasta entonces, debía ser tapado para evitar que se dañase. Además, incluye  una pasarela, que quiere ser un referente de accesibilidad y forma parte de un proyecto más amplio para que el yacimiento arqueológico sea totalmente accesible a todo tipo de personas.
Por otra parte, los trabajos continúan en la cisterna encontrada y que estiman de la época alto imperial. “Es más profunda de lo que esperábamos, por lo que, hasta que no contemos con las medidas de seguridad oportunas, es posible que no continuemos y dejemos la excavación ahí. En la actualidad se encuentra a cuatro metros de profundidad”,  manifestó Narciso Castro.
La campaña, emprendida a principios del pasado mes de julio, ha dejado numerosos pequeños descubrimientos, aunque con importante valor, puesto que ayudan a interpretar la vida en la antigua ciudad ibero romana y a conocer otras civilizaciones que habitaron con posterioridad el yacimiento arqueológico.
Así, junto a las ocho tumbad romanas cerca de la Puerta Norte encontradas durante las excavaciones de urgencia, se suma una fosa con dos individuos juntos, presumiblemente visigodos. Ante una puerta, y escondida bajo un ladrillo, se encontró una llave de hierro que quedó olvidada a finales del siglo I. Fragmentos de lucernas, terracotas, pinturas murales, vidrios tallados con iconografía cristiana o un dado de mármol próximo al mosaico son algunos de esos elementos que han visto la luz en las últimas semanas.