El Real se llena de visitantes y vecinos los “días grandes”

La diversión y el ambiente festivo no cesan durante las primeras jornadas de la Feria de San Agustín. Las noches del sábado y del domingo fueron, sin duda, las “más fuertes” en cuanto al número de visitantes que acudieron hasta el Real del parque multiusos del Pisar. Miles de personas, tanto vecinos como foráneos, se acercaron hasta el epicentro de las celebraciones para vivir y disfrutar de la oferta de ocio preparada para la “semana grande” de Linares. Citas de envergadura se dejaron notar en la ciudad, destacando, entre ellas, el festejo taurino del Coso de Santa Margarita y el reconocido concierto del cantante Sergio Dalma.

Las actividades de la programación oficial arrancaban bien temprano. En concreto, a las ocho de la mañana, con el segundo trofeo nacional “Minero de Plata” de tiro con arco, en el que participaron personas con y sin discapacidad, organizado por el Club Deportivo Disminusport. Una cita a la que siguieron los actos religiosos de la jornada: por un lado, la misa en memoria del torero Manuel Rodríguez Sánchez, “Manolete”, y por otro, la solemne eucaristía en honor al patrón de la feria linarense, San Agustín.

El “día grande” de las fiestas continuó con las actividades de la feria infantil, el tradicional concurso de anillas de Izquierda Unida, el trofeo internacional de bolos y la sublime actuación, en la Caseta Municipal, del coro flamenco Recuerdos del Alba y del grupo Ritmo y Melodía. Dos formaciones locales que dejaron muy buen sabor de boca al numeroso público asistente, al igual que la orquesta “Tentación” y el cuarteto “Fénix”, que cerraron la programación musical en la carpa linarense con sus respectivos repertorios.

Y quien también dejó su sello personal en la Feria de San Agustín fue el cantante Sergio Dalma. Miles de seguidores acudieron a la actuación que el catalán ofreció, en la ciudad minera, dentro de la gira con la que el artista presentó su nuevo trabajo discográfico. Todo un espectáculo que estuvo dividido en cuatro bloques bien diferenciados: uno que estuvo centrado en el disco “Dalma”, un segundo en el que hizo un repaso por aquellos homenajes que brinda a la música italiana, el tercero, con el que buscó una mayor cercanía con el público, en acústico, en el que “dio la vuelta” a sus canciones de siempre, y una cuarta parte más rítmica hecha para que el público bailase y disfrutase de esta cita.