El encanto de Disney triunfa con un espectáculo musical

El teatro “La Bella y la Bestia” conquista al público del Cervantes

03 ene 2018 / 09:56 H.

La magia de Disney entró por la puerta grande en el Teatro Cervantes, que llenó sus butacas en ambos pases, uno a las 17:30 y otro a las 20:00 horas, con el musical “La Bella y la Bestia”. Así, Iván Baena e Ismael Alvendiz, “Din-Don” y “Lumière”, respectivamente, acompañaron a los protagonistas, Paula Cuesta y Daniel López, y guiaron a los espectadores a través de las aventuras de la joven Bella.

“La obra se basa en la historia tal cual la conocemos, aunque incluimos pequeños detalles y referencias de la nueva versión, pero nos centramos en el clásico de animación”, afirmó Celia Dolci, directora del musical. En esta misma línea, la obra incluye algunos elementos innovadores como un cambio en la actitud de la protagonista. “La forma de comportarse de Bella es diferente, es un personaje que responde más a una mujer del siglo XXI”, destacó Dolci, aunque remarcó que se trata de una versión muy fiel al cuento original.

El público disfrutó de la música como elemento vertebrador del espectáculo, algo casi indispensable cuando se habla de Disney. Así, las canciones más conocidas de “La Bella y la Bestia” se incluyeron en una obra de teatro donde no faltaron los temas más conocidos de la historia. De esta manera, los más mayores echaron la vista atrás hacia su infancia, mientras que los pequeños disfrutaron de uno de los clásicos de Disney más conocidos.

NAVIDAD. Además, los actores de la obra sorprendieron al público con la interpretación de temas inéditos y originales que, según Dolci, son de “utilización propia” y únicamente se usan para el musical. La canción “Llegan ya las Navidades” sirvió como fin de fiesta para cerrar un espectáculo lleno de magia e ilusión. “Se trata de un tema que pertenece a la segunda parte de ‘La Bella y la Bestia’ y que hemos incluido en la obra con motivo de estas fechas tan señaladas”, aseguró la responsable del musical.

La escenografía recreó un ambiente de cuento de hadas, ya que el decorado trasladó al público hasta Francia, lugar donde se desarrolla la historia. Los asistentes respondieron de manera sobresaliente a un espectáculo único, que aunó, por un lado, la tradición de uno de los clásicos más representativos de Disney y, por otro, la innovación, ya que incluyeron canciones propias y algunos cambios para modernizar la representación, adaptándola a la actualidad, pero sin perder la esencia de la historia original.