Buscado por disparar a su padrastro en los testículos

La familia de la víctima jura venganza y la Policía teme “una guerra”

27 feb 2016 / 10:49 H.

Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad de la provincia están en alerta máxima para localizar a un vecino de Linares que, presuntamente, tiroteó a su padrastro en plena calle. Según confirman fuentes oficiales de la Comisaría, la víctima recibió un único disparo que le alcanzó en los testículos y le salió por el trasero. El hombre, Manuel C. M., de 40 años, se encuentra ingresado en el Hospital de San Agustín de Linares y con custodia policial. Y es que se teme que el altercado origine una guerra sin cuartel, ya que los familiares de la víctima han jurado aplicar la ley del talión como venganza.

Los hechos ocurrieron aproximadamente a las doce de la mañana del pasado miércoles, en la Plaza José Zorrilla del barrio de Arrayanes. No se sabe a ciencia cierta lo que ocurrió. Solo que el Servicio de Emergencias 112 de Andalucía recibió la llamada de una mujer que solicitaba ayuda urgente en esa zona. Cuando llegó la patrulla de la Policía Nacional, todo estaba tranquilo. No obstante, alrededor de la una de la tarde, los responsables de Urgencias del Hospital de San Agustín pusieron en conocimiento de la Comisaría que estaban atendiendo a un hombre por herida de bala en los testigos.

Fue uno de los hijos de la víctima el que lo llevó al centro sanitario en su propio coche. Tuvo que ser operado de urgencia como consecuencia de las graves lesiones que presentaba por el disparo. Las fuentes consultadas explican que ya está fuera de peligro. Solo ha trascendido que le pegaron un tiro casi a quemarropa, con un arma corta y que fue en plena calle, en una de las paradas de autobús que hay en la zona. Todas las hipótesis apuntan a un ajuste de cuentas.

Las primeras gestiones realizadas por los investigadores apuntaban al hijastro de Manuel C. M. como presunto autor de los disparos. Cuando fueron a buscarlo a su domicilio, se había esfumado. Inmediatamente, la Policía puso en marcha un dispositivo para tratar de localizar al presunto autor de los disparos. Al cierre de esta edición, no había dado resultados. Según confirman las fuentes oficiales, los agentes que llevan el caso lograron contactar telefónicamente con él el jueves por la tarde. Lo convencieron para que se entregara en la Comisaría ayer por la mañana. Sin embargo, no se presentó.

Los esfuerzos por encontrarlo se han duplicado. Y es que la Policía no es la única que busca al presunto autor de los disparos. Los familiares de Manuel C. M. también están tras sus pasos. “Quieren venganza”, dice un veterano funcionario, quien añade: “No van a parar hasta que den con él”. A oídos de los agentes han llegado graves amenazas contra el pistolero. Se ha corrido el rumor de que lo llevarán a Comisaría “envuelto en una sábana”. También se ha escuchado que el hombre quiere ir al hospital para rematar a su padrastro, de ahí que el hombre esté ingresado con custodia policial.

Desde el tiroteo, el barrio de Los Arrayanes está sometido a una vigilancia especial por parte de la Policía para prevenir más incidentes. Mientras tanto, se ha pedido la colaboración de la Guardia Civil y se ha repartido la foto del sospechoso en todas las Comisarías y los cuarteles. Se desconoce si puede tener la ayuda de otros familiares para esconderse. La Policía intuye que el presunto autor de los hechos quiere poner tierra de por medio para seguir vivo. La tensión es máxima en la ciudad, porque los ánimos están caldeados.

La Policía estima que un ajuste de cuentas por drogas fue el detonante

La Policía Nacional trabaja con la hipótesis de que un ajuste de cuentas por drogas está detrás del tiroteo registrado a mediodía del pasado miércoles en la Plaza José Zorrilla de Linares. Es la principal línea de investigación que sigue la Comisaría para tratar de aclarar lo sucedido. Sin embargo, la prioridad número uno de los agentes que llevan el caso es localizar al presunto autor del disparo, que se encuentra en paradero desconocido desde que ocurrieron los hechos. Y, lógicamente, encontrar el arma utilizada, al parecer una pistola. La Policía ha establecido diversos controles de vigilancia en el domicilio que, normalmente, utiliza el sospechoso, aunque todavía no ha podido ser detenido. Las fuentes consultadas explican que los investigadores pudieron contactar con él telefónicamente y que lo convencieron para que se entregara en las dependencias de la Comisaría. Sin embargo, no acudió.

Fuentes policiales explican que esta familia no está relacionada con ninguno de los clanes más conocidos de la ciudad, aunque sí ha estado alguna vez en el punto de mira de la Justicia en investigaciones relacionadas con el menudeo de sustancias estupefacientes. No ha trascendido si cuenta con antecedentes.