Ardua labor para visibilizar a los enfermos de fibromialgia

Afixa hace hincapié en que la patología no es solo “cosa de mujeres”

12 may 2017 / 14:30 H.

Hoy, 12 de mayo, se celebra el Día Mundial de la Lucha contra la Fibromialgia, una enfermedad que provoca fuerte dolores musculoesqueléticos y fatiga física, que se puede incluso traducir en trastornos mentales. Con motivo de la efeméride, el grupo linarense de la Asociación de Fibromialgia de Jaén situará diferentes mesas informativas durante toda la mañana en cuatro puntos de la ciudad, como son la Corredera de San Marcos (zona de las ocho puertas), el Pasaje del Comercio, el Ambulatorio municipal y el Hospital San Agustín. El colectivo pretende informar sobre una enfermedad que afecta en su mayoría al género femenino. Sin embargo, este año quiere hacerse especial hincapié en que no se trata de una enfermedad de mujeres.

“Siempre se ha hablado de la fibromialgia como una enfermedad de la mujer, pero queremos reivindicar que los hombres también la sufren. De hecho hay casos de hombres que no la reconocen por no ser señalados como personas débiles, o incluso de médicos que niegan a sus pacientes el diagnóstico de una enfermedad, por ser propia de las mujeres”, comenta José Cabero, miembro de Afixa que sufre los efectos de la fibromialgia. La asociación de esta enfermedad con las mujeres se debe a que las crisis suelen estar vinculadas a cambios hormonales, dados especialmente durante el ciclo menstrual o la menopausia. Sin embargo, los casos masculinos están más que demostrados y el objetivo este año es evitar que se convierta en un tema tabú. “Callarse y sufrir los síntomas en silencio es un tremendo error. Los enfermos y miembros de Afixa estamos dispuestos a apoyarnos unos a otros, y de esta manera conseguimos incluso mejorar nuestra calidad de vida. Reconocer el dolor debe ser el primer paso”, recomienda José Cabero. Él es uno de los cinco hombres que hay en la asociación, y acude a la piscina cubierta de Linares para tratar una enfermedad para la que, de momento, no hay cura. Sin embargo, los ejercicios en el agua le permiten mejorar su agilidad y apaciguar los dolores.

En este sentido, José Cabero está bien acompañado por otras treinta y tres compañeras, entre las que se encuentra María Padilla. “Llevo unos catorce años realizando estos ejercicios en el agua, y verdaderamente nos dan la vida. Ojalá pudiéramos venir todos los días, y no sólo dos a la semana. A veces llegamos cansados y con mucho dolor, y de aquí salimos con una agilidad y una relajación patente. Nos cambia hasta el estado de ánimo, porque es frustrante ver que tu cuerpo no puede seguir a tu mente. Aquí, además de la mejora física, nos transmitimos positividad, reímos y pasamos un rato fantástico en una compañía agradable”, reconoce Padilla.

La asociación, en su sede linarense, organiza ejercicios de grupo en la piscina cubierta, cursos de taichí y charlas con los pacientes para ayudar a mejorar el día a día de las personas. La investigación es insuficiente por el momento, pero en la provincia se explora con aceite de oliva para favorecer la fortaleza muscular.