La víctima señala a los acusados

Los tres procesados niegan su participación en los hechos y tratan de acreditar sus coartadas

18 feb 2019 / 18:04 H.

Tenía 16 años cuando, el pasado 2 de marzo cinco hombres la cogieron por la fuerza, la introdujeron en el interior de un portal del Paseo de la Estación y la agredieron sexualmente. Después, los asaltantes huyeron a la carrera, ahuyentados por la presencia de los vecinos. La Policía los fue deteniendo uno a uno en los días sucesivos a unos hechos que conmocionaron a la sociedad jiennense por paralelismo con el caso de “La Manada”. Dos de los arrestados eran mayores de edad y fueron enviados a prisión, donde todavía continúan a la espera de juicio. Los otros tres tenían menos de 18 años cuando se produjo el ataque y, ayer, se sentaron en el banquillo del Juzgado de Menores. La víctima, que declaró como testigo, no tuvo dudas: identificó a los tres acusados como miembros del grupo que la atacó en aquel portal y que la sometió a diversos tocamientos sexuales. Las fuentes consultadas explican que la adolescente se mostró muy contundente y que relató cómo se produjo la agresión sexual. Su declaración es la principal prueba de cargo contra los procesados.

Antes, los tres menores negaron su participación en los hechos y trataron de acreditar las coartadas para tratar de demostrar que, aquella tarde del 2 de marzo, no estuvieron en el portal del Paseo de la Estación. Juan, que entonces tenía 17 años, mantiene que se encontraba en un gimnasio de Bujalance. Su defensa ha presentado varias fotos en los que se le ve haciendo pesas en esa instalación. No obstante, no se trata de una prueba definitiva, ya que este acusado tiene un hermano gemelo que, según las acusaciones, es el que está en el gimnasio.

La coartada del segundo de los acusados, José —primo hermano del anterior y de 16 años— para el 2 de marzo de 2018 es aún menos sólida. Asegura que, el día de autos, estuvo en un pub del polígono y que, posteriormente, se fue al culto con unos amigos. Nadie ha podido corroborar su versión. Para estos dos, la Fiscalía pide inicialmente como medida correctora cinco años de internamiento en régimen cerrado en un centro de internamiento y otros dos más de libertad vigilada.

El banquillo del Juzgado de Menores lo completa Manuel, de 15 años cuando sucedieron los hechos. Hasta ayer, estaba en paradero desconocido, ya que huyó de la acción de la Justicia a finales del pasado mes de junio. Literalmente, se escapó del Juzgado corriendo cuando se enteró de que lo iban a internar en un centro por incumplir sistemáticamente la orden judicial de acudir a un hogar de día. No obstante, se personó al juicio y también defendió su inocencia. Aseguró a su señoría que se encontraba en la estación de autobuses de Bailén para viajar a Alicante a ver a unos familiares. Para él, el Ministerio Público reclama dos años de internamiento, ya que estima que su participación en los hechos fue menor. Al respecto, la víctima asegura que Manuel se quedó en una esquina del portal. No obstante, la magistrada María Teresa Carrasco decidió enviarlo a un centro de menores como medida cautelar para evitar que vuelva a fugarse y eluda la acción de la Justicia.

Además de la chica y los tres menores acusados, en el juicio también declararon como testigos familiares de Juan, los trabajadores del gimnasio de Bujalance en el que se encontraba, según su versión, los policías que investigaron la agresión sexual y detuvieron a los acusados y los forenses. Para hoy está prevista la segunda sesión del juicio, en la que las partes podrán interrogar a los psicólogos de la Fundación Márgenes y Vínculos, que atendieron a la víctima. También se realizará una prueba pericial para determinar si las imágenes en las que se ve a uno de los acusados haciendo pesas están manipuladas o no. El juicio se está celebrando a puerta cerrada para proteger la identidad de la víctima de un caso que conmocionó a la sociedad jiennense. La vista oral concluirá hoy.

EL DETALLE

INTERNADO. Manuel, el más joven de todos los acusados, quedó en libertad tras los hechos, con la única condición de acudir a un centro de día. El chico, que entonces tenía 15 años, incumplió la medida de forma sistemática. Tras recibir varios avisos, la magistrada decidió internarlo. No obstante, cuando le iban a comunicar la decisión, huyó corriendo del juzgado. Desde entonces, estaba en paradero desconocido. Ayer, se presentó al juicio. La juez lo envió interno a un centro.