Zonas con un mayor riesgo natural

    25 sep 2016 / 11:16 H.

    La Universidad Internacional de Valencia (VIU) ha elaborado un informe de investigación en el que se recoge que, en el último siglo, Latinoamérica ha sido “especialmente sensible” a los riesgos de origen biológico, de manera que su incidencia es cuatro veces mayor que en Europa contabilizando más de 17.000 fallecidos y 4 millones de personas afectadas, lo que ha supuesto un coste de 104 millones de euros. Así se desprende del trabajo de investigación realizado por Emilia H.Lopera y Antonio Romero, sobre la “Comunicación de crisis y pandemias en la era de Internet: el papel de la ciencia y la tecnología”, que pretende analizar la comunicación de crisis en salud pública y la función que en el contexto actual cumple el Big Data. De esta manera, el informe recoge que en Europa, entre 1915-2015, más de 40,1 millones de personas han estado afectadas por situaciones asociadas a riesgos naturales —hidrológicos, meteorológicos, climatológicos, geofísicos y biológicos—, frente a los 276 millones de Latinoamérica. Tanto es así, que en este periodo fallecieron casi 206.000 personas por este motivo, mientras que en Latinoamérica esta cifra ascendió a 657.500 personas.

    Estos datos demuestran, según sus autores, que Latinoamérica es una zona geográfica “mucho más vulnerable” que Europa en cuanto a riesgos naturales se refiere, especialmente en la última década. Sin embargo, por lo que respecta a los riesgos tecnológicos, es Europa la que encabeza las estadísticas, ya que fueron más habituales en esta zona del planeta por lo menos hasta la década de los 80. A partir de ese momento, con el desarrollo de la industria, los desastres de origen tecnológico aumentaron considerablemente hasta situarse en los 39.000 en Latinoamérica, igualándose casi a los 33.400 registrados en Europa en el mismo periodo (1915-2015). Así, el informe señala que “la clave del éxito” de una mayor eficacia de la comunicación de riesgo reside en la anticipación, la preparación y la práctica, además de estudios o análisis previos para medir el nivel de conocimiento y de preocupación de la población. En esta línea, los autores analizan la comunicación científica en pandemias tan actuales como el Zika, que se espera que en el próximo año 2017 afecte ya a 4 millones de personas, según la VIU.