“Vidas fingidas” y
Javier García Teba

Se asemeja al dramaturgo romano Plauto, ya que ha desarrollado todo tipo de figuras relacionadas con el teatro

11 dic 2016 / 11:23 H.

La última obra del polifacético del alcalaíno Javier García Teva (nacido en 1963), editada por 1Uno editorial, se presentó meses atrás con el título de “Vidas Fingidas”. Este jiennense, afincado en tierras gaditanas, se asemeja al dramaturgo romano Plauto, ya que ha desarrollado todo tipo de figuras relacionadas con el mundo del teatro, al mismo tiempo que es un innovador en el género proyectando personajes, temas y situaciones de la vida andaluza y de las tierras jiennenses en otros rincones de la geografía española e, incluso, ha triunfado en Europa. Como el más famoso comediógrafo latino, desempeñó el trabajo de actor y no es de extrañar que se reserve algún papel de extra en algunas de las actuales representaciones de sus obras; esta faceta teatral la desarrolló en el mundo del teatro alcalaíno durante su etapa de estudios secundarios y universitarios, y, entre 1987 y 1991, trabajó. incluso, como actor profesional de repertorio en e1 TEUG de Granada. Pero, pronto, como el dramaturgo romano, creó el grupo alcalaíno de El Olivo (1980), se subió al carro de Tespis y ejerció de director de teatro independiente, al mis- mo tiempo que adquirió la formación dramática en el mundo universitario granadino aprendiendo la Técnica Actoral con los maestros Sanchís Sinisterra, Jordi Coca y Ángel Facio y se licenció en Filología Hispánica, completando su formación teórica con un Máster en Estudios Escénicos. Y, en su faceta de escritor, inició sus pasos con la doble vertiente de recreador de obras de otros dramaturgos y autor de muchas piezas dramáticas.

La opción de géneros de García Teba pasó de la representación de los clásicos de la literatura española ( desde la dramatización de los textos del Libro de Buen Amor del Arcipreste de Hita hasta las obras de García Lorca), sin olvidar la vanguardia de los escritores de finales de siglo como Sastre o Brecht, al teatro breve. Pronto, la pieza corta, las minipiezas, como suelen titular a esta modalidad teatral Javier y su grupo, caló profundamente en su producción de modo que prácticamente su obra actual se ocupa de este tipo de subgénero dramático. Género que recuerda en su puesta escénica actual al mundo clásico (en aquel género de entidad menor como la fabula atellana, los mimos, los carmina fescemnina...); o a los autos, misterios o, ingenios medievales con temática pagana; o el teatro contemporáneo de los entremeses en versión crítica. Sin menoscabar el subconsciente de aquellos certámenes de teatro breve que se desarrollaban en la Plaza Alta de la ciudad fortifica de la Mota, donde Javier ejercía de organizador, director, actor, tramoyista. La opción de García es una apuesta por el mundo de hoy, tan trepidante y marcado por la rapidez de la noticia y la quintaesencia del mensaje tecnológico, dejando aparte todo tipo de aditivos y complementos que distraigan la escena claramente, muestra de ello es su gran obra triunfadora “La mano”, que alcanzó con gran éxito los escenarios de los teatros franceses. Lo mismo ha disfrutado las obras de “Al cielo con ella”, “Anabella” o “Al viento de la utopía”. Por eso no es de extrañar que su producción artística haya recibido premios, en su ambiente dramático y creativo de los diversos certámenes del Teatro Mínimo Rafael Guerrero por ser miembro del grupo Taetro desde 1998, que en la ciudad de Sanlúcar alcanza la decimotercera edición, y , de la que fue persona fundadora. Algunas han sido publicadas en editoriales nacionales como Libertad a la parrilla en El tamaño en el Tiempo de Teide (2007), que obtuvo el primer premio de este de este concurso en 2007; o “La mama se pudre “ en 2010. Significativos el primer premio de Anamari con Anabella u otras obras en la ciudades de Requena, Mérida o Santiago de Cuba.

En el aspecto formal, el uso del diálogo de sus primeras obras cortas y con pocos personajes se ha reducido al mínimo imprescindible con la publicación de su última obra, prácticamente se ha convertido en una serie de monólogos directos entre el actor y la mudez escuchante del espectador. Por la temática no se obvian temas provocativos. Este es el elenco de su última publicación: la burocracia, el mundo de los trepas, la situación lacerante del el paro, la consabida y pseudojustificativa crisis, la cruda pobreza de muchos vecinos y convecinos, la máquina del aparato universitario, el consumismo, la prostitución, o la xenofobia. Y dentro de este marco, abundan la variedad discursiva, estructural , escénica, tonal, situacional y emocional, el mundo de las acotaciones, en muchas ocasiones, resulta básico para entender su concisa obra; tan esencial como su sentido crítico y humorístico, la ambientación y el lenguaje fluido de sus personajes. Pues esta última publicación recoge un elenco de minipiezas, que están destinadas al monólogo o a un diálogo básico. Pero que culminan o se simplifican en este mensaje del propio García Teba. “ No hay estética sin ética. Prefiero a Distancia de Brecht al Método de Stanislavski”. “Vidas Fingidas” entronca esta colección de piezas comprendidas dentro del subgénero teatral del mínimonólogo dentro de este mundo del asunto de la incomunicación personal y, a la vez, de la sociedad supercomunicada por las nuevas tecnologías. En su obra se encuentran las variantes de estos monólogos: con respuesta no verbal (Corte a su medida, La bóveda I y La bóveda II); el monólogo clásico sin respuesta alguna (El devorador y Fumé el huevo desestructurado); Monólogo con respuestas o preguntas no escuchadas (Libertad a parrilla), monólogo alevoso (No se aceptan propinas) y los monólogos declaración o confesión (Ameneh, La víctima, Majid, el verdugo, Alí-najad abadí, La voz de la ley, La mamá se muere y El hombre de culo apretado).