Unos mayores muy jóvenes

Los centros de participación activa de la provincia o el Programa Universitario para quienes superan los 55 años ayudan a mantener encendida las ganas de vivir de los más veteranos de la sociedad actual

07 oct 2018 / 12:36 H.

La celebración del Día Internacional de los Mayores pone de manifiesto, cada año, la situación de este colectivo, y en 2018 los datos publicados destacan un aspecto que, de un tiempo a esta parte, va en aumento: la soledad cotidiana. Sí, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 41,7 por ciento de las personas de edad (denominación oficial que recibe esta franja etaria) que viven solas actualmente, en el ámbito nacional, supera los 65 años, de las cuales el 70 por ciento corresponde a mujeres, principalmente, viudas. A partir de los 85, el porcentaje se sitúa en un 40 por ciento de hombres, mientras que un 26 por ciento son féminas.

Por su parte, de los 22.549 mayores que residen en Jaén capital, 3.000 viven en soledad, y de ellos el 68 por ciento pertenecen al sexo femenino. Obligada o escogida, esta “nueva” forma de pasar los días implica una serie de peligros, entre ellos la agudización de sus patologías, ya sean estas físicas o psicológicas. Y aquí es donde juegan su baza los programas de envejecimiento activo, un concepto acuñado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que define como “proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen (...) que permite a las personas realizar su potencial de bienestar físico, social y mental a lo largo de todo su ciclo vital y participar en la sociedad de acuerdo con sus necesidades, deseos y capacidades, mientras que les proporciona protección, seguridad y cuidados adecuados cuando necesitan asistencia”.

Precisamente, la delegada territorial de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, Teresa Vega, destacó, durante la apertura de curso del Programa Universitario de Mayores de la Universidad de Jaén, “el compromiso” de la Junta con las “personas de edad” en la región, “a través de diversas iniciativas que permiten facilitar la mayor autonomía posible”. A esto se suma, en palabras de la representante del Ejecutivo de la comunidad autónoma en la provincia, un “amplio abanico de programas” que incluye propuestas culturales y de ocio: “En definitiva, el compromiso de la Junta de Andalucía con las personas mayores y las políticas de envejecimiento activo es firme, porque somos conscientes de que un envejecimiento activo mejora la salud, la participación y la seguridad de las personas mayores”, manifestó Teresa Vega.

De esta manera, la situación de quienes ya “peinan canas” cuenta con alternativas que animan a la persona a salir de casa y unirse a las propuestas que, desde diferentes ámbitos, se desarrollan para facilitarles que tomen parte en la vida diaria de sus ciudades. Entre estas ofertas, los centros de participación activa juegan un papel muy importante, pues se convierten en auténticos recintos donde la convivencia y la actividad transforman la existencia de los mayores hasta el punto de echar en el olvido muchos de sus achaques. Teatro, pintura, yoga... La lista de opciones es larga y para todos los gustos: “Desde por la mañana hay mucha variedad de talleres de anualidades, de memoria, de procesos cognitivos y muchos tipos de gimnasia, según las posibilidades de cada persona”, asegura María José Peña Almagro, directora del Centro de Participación Activa Catedral, ubicado en la zona histórica de la capital de la provincia, que añade: “Ellos viene pidiendo algo para salir de la casa, pero una vez que llegan y entablan relaciones más abiertas que la que les da su vecina, por ejemplo, encuentran aquí un apoyo social muy bueno”. Peña Almagro explica que son los propios usuarios quienes orientan al centro a la hora de programar iniciativas: “Escuchamos lo que ellos demandan, estudiamos lo que les viene bien y, entonces, le ofrecemos lo que consideramos que le favorece, pero siempre contando con la opinión de los usuarios”.

Viajes culturales por la propia capital jiennense o a las ciudades patrimoniales son algunas de las propuestas más habituales, que, según Peña, tienen mucho éxito, ya que permiten a quienes toman parte “relacionarse, abrir diálogos, buscar palabras y, de esta forma, parar el deterioro que pueden sufrir al estar solos en sus casas”.

La presencia de estos centros en el mar de olivos es abundante; no en vano, salpican el plano callejero no solo de Jaén capital, —el citado Catedral y Maristas—, sino que municipios como Alcalá la Real, Alcaudete, Andújar, Bailén, Jamilena, Jódar, Linares, Lopera, Martos, Orcera, Santisteban del Puerto, Torredonjimeno, Úbeda, Valdepeñas y Villacarrillo cuentan también con estas instalaciones donde mantenerse en forma y al día.

En cuanto al Programa Universitario de Mayores de la UJA, se trata, según expresan desde el Secretariado del que depende, “de un espacio de formación, participación y encuentro diseñado para que puedan profundizar en los distintos ámbitos del saber, a través de una formación universitaria flexible y cercana a su domicilio a través de la oferta en las distintas sedes de la provincia”. Precisamente durante la apertura del curso, el pasado miércoles, la Junta de Andalucía, de labios de la delegada de Igualdad, Teresa Vega, situó este programa como “referente en políticas de envejecimiento activo”, un reconocimiento que para Marta Torres, directora de Proyección de la Cultura y del propio plan formativo de la Universidad de Jaén para mayores de 55 años, supuso “una gran alegría”: “La Junta nos subvenciona y cuenta con nosotros en ferias y actividades”, asegura Torres, quien valora el avance del ciclo desde sus inicios, allá por los años 90 del pasado siglo, con “Aula Abierta”, —antecedente de la Universidad de Mayores— hasta el día de hoy, y el incremento de alumnos desde aquellos principios hasta este año, que alcanzan ya los 635 en las 5 sedes repartidas por la provincia: Jaén capital, Úbeda, Andújar, Alcalá la Real y Linares.

“Abrir la Universidad a las personas mayores para que se enriquezcan mutuamente con la aportación del saber, proporcionar el acceso al conocimiento científico, mediante un aprendizaje activo, con la finalidad de fomentar la creatividad y la participación social y cultural, propiciar un espacio de debate cultural, social y científico que posibilite que las personas mayores puedan desarrollar permanentemente sus capacidades personales, intelectuales y sociales para potenciar su autovaloración y autoestima, una actitud de preparación constante y una mayor capacidad para responder a las nuevas situaciones de la vida, y facilitar el acceso y la utilización de las tecnologías de la información y de la comunicación, para poder aprovechar con más intensidad el desarrollo científico y tecnológico” actual son los objetivos de este programa, que permite a los más veteranos de la sociedad interactuar con las nuevas generaciones y ampliar sus horizontes intelectuales, entre otras cosas. “Cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, procuro hacerla enseguida”, aseguraba Picasso. En la misma línea del genio de Málaga, las personas de edad que se deciden a cambiar su soledad por una vida activa, tienen a su alcance un buen número de recursos para que pasar de los 65 no sea sinónimo de quedarse atrás, sino todo lo contrario.

Conocer España con los viajes del Imserso
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Doble beneficio. De un lado, las personas mayores tienen la oportunidad de viajar por España —con especial incidencia en las zonas costeras— y disfrutar de unas merecidas vacaciones a precios asequibles y de otra, los propios establecimientos turísticos mantienen viva su actividad económica cuando la estacionalidad hace de las suyas. El programa de viajes del Instituto de Mayores y Servicios Sociales, el Imserso, dependiente del Ministerio de Sanidad, Consumo y Seguridad Social, tiene como objetivo “proporcionar a las personas mayores estancias en zonas de costa y turismo de interior, contribuyendo con ello a mejorar su calidad de vida, su salud y la prevención de la dependencia”, especifica en su página web. Solo con poseer la condición de pensionista, en cualquiera de sus modalidades, o beneficiario del sistema de Seguridad Social con sesenta y cinco años cumplidos, se puede disfrutar de la amplia oferta turística de los programas del Imserso.