Una casa vanguardista
La buena mezcla de tres colores —rojo, gris y negro— ensalza el diseño de los muebles. Con una intención práctica, la vivienda sigue una tendencia moderna
Desde el 4 de octubre de 2014, José Manuel Lozano y Ana Belén Blánquez llevan viviendo en esta casa. En concreto, desde el día en que se casaron. Pero antes de eso, esta casa de Marmolejo, situada en una zona de reciente construcción, en la calle Montoro, tuvo un proceso de transformación durante varios meses.
En noviembre de 2013, la todavía pareja de novios compró la casa la cual estaba como un “cascarón”. Solo tenía la fachada y por dentro no tenía ningún diseño. Así pues, en febrero de 2014, José Manuel con su padre, Raúl Lozano González, y su cuñado, Andrés López Gallardo, empezaron la obra que les tendría construyendo la casa hasta un mes antes de la boda. Un gran esfuerzo en el que también ayudaron amigos del matrimonio, como Gabi y Miguel, y familiares de José Manuel, como su hermano Raúl, su tío Juan y su primo Juanje. Después, en tan solo dos semanas se llevaron a la vivienda todos los muebles que el matrimonio fue adquiriendo en los meses anteriores mientras diseñaban y construían su hogar.
Así fue como quedó la casa, que guarda un gusto por el diseño buscando explotar la belleza en la sencillez de lo moderno. Las paredes en los pasillos y en las distintas salas hacen converger estilos distintos, como los estampados o una pared plana. Tres son los colores que destacan y bastan para lograr y a la vez romper la uniformidad en las habitaciones: el rojo, el gris y el negro. Estos se complementan entre sí y la relación entre ellos solo cambia en los baños o en el dormitorio.
Nada más entrar, el pasillo principal da acceso, a mano izquierda, a un despacho. En esta sala, una parte de la pared es pizarra en sí misma. La “joya” de la casa para los sobrinos del matrimonio cuando les visitan. El salón, conecta con la cocina y con el patio. Esta salida al exterior hace que estas salas reciban una excelente iluminación casi todo el día. Esto favorece el estilo vanguardista que consigue la decoración.
En la segunda planta, se encuentran dos habitaciones que están pensadas para los hijos de José Manuel y Ana Belén. También está en el segundo piso el lavadero, que aprovecha unos balcones interiores de la vivienda que dan al patio.
De la habitación de matrimonio destaca el ropero propio que tiene. Esta sala alberga desde la ropa de calle, hasta los trajes de gitana, pasando por la banda de presidente de la Cofradía de la Virgen de la Cabeza de Marmolejo, cargo que ocupa José Manuel.
La vivienda esta dividida en dos plantas. Además de con la cocina y el salón, la casa cuenta con un amplio patio, un despacho que usa José Manuel, dos cuartos de baño —uno por planta—, un cuarto de matrimonio, dos más que están pensados para los hijos que puedan llegar, y un lavadero. Así, esta vivienda aún está en proceso de ser aprovechada al máximo.
La casa se encuentra en la parte más al oeste del municipio de Marmolejo. Esta localidad de 10.000 habitantes ofrece unas ventajas en la relación comodidad/desplazamiento que las grandes urbes perdieron. Así, en esta vivienda, se respira la tranquilidad propia de la vida sosegada sin tener que andar apenas 10 minutos para llegar al centro, donde se encuentran las tiendas y supermercados. Además, los 160 metros de la vivienda permiten disfrutarla en cualquier época del año. Para el patio, el matrimonio tiene pensado poner una piscina, y el interior de la casa es más que confortable en invierno por la calefacción y el sol que calienta la vivienda casi todo el día.
Los ojos de buey en la iluminación mejoran el estilo moderno de esta sala. Los sofás invitan a acomodarse en un salón muy amplio y que conecta con el patio de la vivienda.
Las paredes también sirven para mejorar la decoración, dejando la uniformidad de lado y jugando con los contrastes entre los colores con todos los elementos de la sala.
La cocina es quizás la sala más vanguardista. Pone en valor la belleza propia de los objetos, como la campana, y le favorece el color vivo de la encimera por la luz del exterior.
La vivienda dispone de 2 baños, difiriendo uno del otro en la decoración. El de la ilustración, destaca por el juego de la cerámica de la pared, inspirada en los palacios árabes.
El cuarto de matrimonio es luminoso y resulta muy placentero gracias a la amplitud del espacio de la sala al dulce color azul cielo que reemplaza al rojo propio del salón y la cocina.
El dormitorio de José Manuel y Ana Belén cuenta con un ropero, una habitación que no todas las casas tienen, pero de la que seguro cualquier persona le gustaría disponer.