Un terreno primitivo y bello

Pinar del Risco es uno de los lugares más apartados de la Sierra de Segura y cuenta con un terreno irregular y con pendiente, pero, a su vez, cuenta con una belleza descomunal para disfrutar

21 abr 2019 / 12:31 H.

Este, es uno de esos lugares apartados, solitarios e inhóspitos, de la remota Sierra de Segura. Éste, es uno de esos lugares donde te sorprenden los rebaños de muflones, las huellas de un tejón, el vuelo de un alimoche o el matraqueo de un chotacabras. Un terreno irregular y pendiente repleto de profundas dolinas, junto a algún tabacal pretérito. Terreno engorroso y duro de caminar; en fin un lugar para perderse y gozar con la naturaleza de este entorno tan primitivo, de una belleza descomunal y que permite divisar amplísimas y emblemáticas zonas de todo el parque natural. Los Campos de Hernán, las Banderillas, las aldeas abandonadas, la dolorosa y profunda herida del incendio en las Villas, el embalse del Tranco, El Yelmo y toda una miríada de puntales, riscos, poyos y montañas que conforman nuestro venerado parque.

Iniciamos nuestra ruta en el nacimiento del río Segura, tomando el carril de la Cañada de la Cruz, que seguiremos sin abandonarlo hasta el cruce con la cortijada de Don Domingo. Aquí seguiremos en dirección a la tinada de las Palomas, a los pies del Calar homónimo, junto a su caudalosa fuente y tornajos. Aquí tomaremos el carril para descender unos metros e iniciar el ascenso a la Loma del Semillero y bajar, de nuevo a la cañada de la Cruz, donde comienza a formarse la laguna.

Ascendemos ligeramente en sentido norte para llegar a la tiná del Mesocillo y tomar el barranco del mismo nombre que llega a la cuerda del Peñón de Maza. Seguimos esta cuerda hasta las Horquilla, un collado que una vez salvado, nos lleva a la antigua caseta de vigilancia del Pinar del Risco, situada a 1866 m de altitud; sin ningún accidente geográfico que le estorbe. Por lo que las vistas en la caseta son extraordinarias, amplísimas y vastísimas. Deleitémonos con esta sobrecogedora visión.

La pena es el estado de abandono de la caseta con la puerta y ventanas rotas, la chimenea derruida, de la que queda sólo el hueco del hogar y el techo completamente hundido. Volveremos a la Horquilla y descendemos por un barranco que deja a nuestra izquierda la llamada Loma del Pino Sin Cabeza y las Cardonchas a nuestra derecha.