“Todo comenzó con un encuentro”

Parece “ella”, no sé no estoy segura; ¿por qué no llevaré las gafas?, no distingo bien de lejos y me da apuro acercarme y que no sea ella. Y lo peor es que no recuerdo su nombre....; si al menos lo recordara la llamaría,....¡vaya! que contrariedad, este ataque de “desmemoria” justo ahora, y cuanto más me concentro, menos recuerdo.....

Si es ella, siento la necesidad de acercarme, de darle un abrazo, de decirle que está muy guapa con el pañuelo, pero sobretodo de contarle que “ya le queda menos para superarlo”, SI, porque no sé si ella lo tiene claro, pero esto se supera y se vuelve de nuevo “al mundo” aunque ya nada vuelva a ser igual, ¡por suerte!

Me voy a la cafetería, tengo que esperar la hora de mi cita con el oncólogo, hoy tengo una de esas citas que me recuerdan que estoy en “libertad condicional”, donde cada seis meses he de pasar revisión, para recordar he tenido Cáncer, que la primera batalla fue ganada y que si vuelve estamos aquí todo el equipo preparados para volver a hacerle frente.

De pronto me acuerdo, mi grupo de Wasap de amigos comunes me van a ayudar, un mensajito rápido, “cómo se llama esa chica alta, morena, sonriente...........” y casi al momento de enviarlo, ya recibo su nombre, ¡claro! Cómo lo habré olvidado. Qué fantástico esto de las redes sociales, lo que más me gusta es que en cualquier momento hay alguien dispuesto, generoso, a ayudarte en la petición que propongas. En este mundo actual, donde se dice que todos somos muy egoístas, de alguna manera las redes sociales son capaces de sacar ese punto generoso, altruista y empático de las personas; por cierto nada desdeñable cuando te sacan de algún apuro en un momento, como es mi caso.

Con la alegría de tener el nombre, vuelvo a la sala de espera, con el temor de que ya haya entrado a su sesión la busco y con la esperanza de que finalmente sea ella me acerco. No tengo ni que nombrarla, ella se levanta y me sonríe, con esa sonrisa suya tan característica (porque hay una verdad contrastada, la quimio te altera físicamente muchas partes de tu cuerpo, pero con la sonrisa no puede, ese sello lo mantienes intacto).

Rápidamente nos ponemos al día, me resume su caso, le resumo el mío, y como me pasa cada vez que hablo con cualquier persona que ha compartido un proceso similar, siento que conectamos en positivo, sentimos una empatía natural y generamos una suma de energías increíble. No se trata tanto de lo que contamos, es sentir que esa persona entiende tus dudas, tus miedos, tu dolor, tus ganas de salir adelante, tus ganas de vivir, tus esperanzas,.....tu pasado, tu presente y tu futuro.

Fueron cinco minutos de charla y risas, un abrazo muy especial y un “gracias” que dijimos ambas al unísono al despedirnos. Gracias porqué (me preguntó mi marido), gracias por “compartir”, que es lo que más se agradece en este proceso de vivir con cáncer.

Os relato esta vivencia, desde el más sincero propósito de honestidad, porque hace aproximadamente dos años que me diagnosticaron un Cáncer de mama, aproximadamente 1 año que terminé el proceso de Diagnóstico, Quimio, Intervención, Radioterapia, y aproximadamente 15 días de la última revisión semestral que coincide como os he contado con el momento que tomo conciencia de que todo lo vivido, cómo lo viví, y cómo lo sigo viviendo es lo más importante que el Cáncer me ha aportado y compartirlo es generar una energía positiva, no sólo para aquellas personas que lo han vivido, o que lo están viviendo; sino también para aquellas que desgraciadamente (atendiendo a las famosas estadísticas del Cáncer) lo vivirán.

¡Qué gracia!, en éste último párrafo donde hablo del cáncer, el verbo “vivir” lo he conjugado 6 veces; no lo he hecho de manera forzada, ha salido así, seguramente porque, sin lugar a dudas, hoy por hoy la palabra cáncer está ligada a la palabra vida.

Este es mi mensaje, para lo bueno y para la malo, para superar todo el proceso, para ganar la batalla, para seguir siendo Tu, hay que aprender a vivir con cáncer, y olvidarnos de los antiguos estigmas de esta enfermedad, que han producido tabúes, comportamientos sociales e imágenes que tenemos que desterrar, todas ellas asociadas al tándem muerte&cáncer.

Con la misma emoción con la que me acerqué a mi amiga en la sala de espera, me acerco a ti que estás en ese % de personas que vives, has vivido o vivirás con cáncer, voy en este blog a contarte mi experiencia, que cómo fiel reflejo de mi propia personalidad, estará guiada a momentos que emocionalmente recuerdo, contada con clave de humor, con nulo nivel técnico/sanitario, ajeno a doctrinas, pautas o creencias. Desde mi “Yo” con el único objetivo de mi más sincera necesidad de compartir.

“Extracto del Blog “Vivir con Cáncer” de Isabel Miralles)